Probablemente
los clubes y entidades deportivas no estén muy contentos con esta situación
epidemiológica que estamos viviendo. Además de haber perdido media temporada,
ya deben de estar pensando en el complicado futuro que van a tener que afrontar
la próxima temporada. Las decisiones salomónicas (lógicas sin duda) de las
competiciones profesionales de no descensos y si ascensos da tregua a los que
estaban entre los elegidos, sin embargo, va a generar un problema gordo a los
que deseen ascender.
Pongámonos
en situación. La economía ha petado y muchísimos pequeños empresarios van a
tener que ajustar sus gastos a la máxima expresión para sobrevivir. Eso va a
significar una reducción masiva, por no decir total, de sus aportaciones altruistas
al deporte. En muchos clubes de competiciones FEB esa reducción va a suponer
entre un 20% y un 30% de sus presupuestos, en el resto de los clubes de
formación (EBA para abajo) va a suponer más de un 50%. Un panorama desolador y
que va cortar en seco muchísimos proyectos ambiciosos.
Las
instituciones van a tener que hilar muy fino para poder destinar partidas
económicas a los múltiples proyectos deportivos existentes. La precariedad
laboral va a ser un hecho y es un tema en el que, tanto ayuntamientos, como
diputaciones van a tener que hacer un esfuerzo importante. Creo que
coincidiremos todos en que es algo lógico, que la sociedad no vería con buenos
ojos aportaciones millonarias a proyectos deportivos mientras el comercio local
se hunde y desaparece. Para muchos clubes estas aportaciones suponen entre un
20% y un 30% de sus presupuestos. Panorama bastante oscuro ¿no?
Si superas
los problemas anteriores te metes de lleno en otro, el de los cánones FEB que
no son moco de pavo. Las cuotas que deben de pagar los clubes por participar en
sus competiciones es de una cuantía importante: por inscripciones, por
licencias, por arbitrajes…, en fin, una serie de gastos que impepinablemente tienes
que cotizar si quieres competir. Conociendo lo que le cuesta a la FEB las
concesiones económicas, los clubes tendrán que apretar y mucho para que haya unas
reducciones sustanciales que les den oxígeno. Si se obra el milagro habrá que
marcar en rojo la fecha en el calendario…, se habrá producido un auténtico
milagro.
Y a todos
estos “problemillas” hay que añadirle la pérdida de poder adquisitivo de las
sufridas familias, esas que pagan religiosamente sus cuotas para que los niños
y niñas puedan jugar a basket. Ello va a implicar que los equipos de formación
que se auto-subvencionan a lo largo de la temporada pueden dejar de hacerlo,
otro problema más añadido a los clubes que tendrán que dedicar pequeñas
cantidades para mantener sus estructuras formativas.
¿Negro? ......,
pues a día de hoy el panorama más que negro se puede catalogar de trágico.
Vamos a asistir a la desaparición de muchos proyectos deportivos, la liga EBA
va a estar súper concurrida que, se me antoja, puede ser una salida viable para
muchos de estos proyectos.
En cualquier
otra situación apostaría por la reinvención de los clubes, pero cuando se trata
de temas económicos y ante el panorama que se avecina, me da a mí que lo de
reinventarse está más que complicado. Ojalá nos sorprendan.
Va a ser un problema y como dicen todos tendremos que apretarnos el cinturon, igual que a algunos nos van a bajar el sueldo, por ejemplo la FEB tendria que bajar el canon, y asi no estar tan ahogados. Ni que decir que las fichas de los jugadores en algunos casos no van a ser como las de este año, ya que supongo que muchos clubs tendran menos presupuesto
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