domingo, 30 de noviembre de 2014

Diario de una Selección IV (Jokin Etxebarria)

Sabía que esta experiencia iba a ser enriquecedora para mí, pero no pensaba que iba a disfrutar tanto del juego que pueden llegar a replegar nuestros jugadores. Con sólo tres entrenamientos, estoy asombrado de la capacidad que tienen estos chavales de absorber lo poco que les hemos podido enseñar y plasmarlo en la cancha con una intensidad y calidad tal, que no sólo me (nos) ilusiona, sino que me lleva a pensar que en el Campeonato de Euskadi no lo vamos a hacer tan mal.

El domingo pasado pudimos jugar un amistoso contra la Selección de Euskadi Cadete. Los de Carmelo están preparándose para el Campeonato de España y creímos que podría ser un buen sparring para nuestros chicos. En cuanto vimos el calentamiento nos asustamos. De los 16 chavales que llevó Euskadi, la mitad la metían para abajo y no sólo nosotros, sino que la gran mayoría de los que ocupaban las gradas de Manteo, pensó que nos iban a pasar por encima. Todos menos los que saltaron a la cancha defendiendo la zamarra guipuzcoana. La intensidad que pusieron desde el primer segundo fue tal, que noquearon al rival y se marcharon en el marcador dejando claro quién iba a mandar en el partido.  Gran cantidad de balones robados, juego rápido y alegre y a pesar de perder algún que otro balón (cosa habitual cuando juegas a ese basket), con las ideas bastante claras en ataque. Todos aportaron, no sólo en ataque anotando, sino también en defensa.

Y además, no se conformaron con ganar. Quisieron seguir jugando de la misma manera y ampliando el marcador. En el descanso les comenté lo que solía decir Dusco: ¿Si puedo ganar de cuarenta por qué conformarme con 20? Parece que les gustó la frase, porque casi lo consiguen. Todos los cuartos cayeron de nuestro lado (27-12/18-13/25-15/17-16) y eso suele ser difícil cuando ya en el primer cuarto te marchas 15 arriba. En definitiva que nos dejó el partido con MUY BUENAS SENSACIONES y con ganas de seguir trabajando con este gran grupo.


Se dice que toda rosa suele tener una espina y en este caso, la espina es bastante grande. Esta semana nos hemos enterado que Aitor Alberdi no va a poder jugar durante un tiempo a éste nuestro deporte. Una enfermedad lo va a alejar de las canchas, pero estoy seguro de que con la personalidad que tiene este chico, volverá, y lo hará más fuerte. No hemos querido que deje el grupo, porque sentimos que es parte de él y por eso tendrá si quiere un sitio al lado nuestro en el banquillo (no se vive de la misma manera que de jugador, pero será una buena experiencia). Su sitio en la cancha la ocupará Ion Arregi.

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