jueves, 13 de noviembre de 2014

UNA COSA ES ARBITRAR Y OTRA ES PITAR

Así concluye una entrevista que le han realizado a Miguel Betancor en SILBANDING es un comentario que comparto y me encanta leerlo. Sería una necedad negar la evidencia de que el canario fue (y será por los siglos de los siglos) una de las mayores referencias del arbitraje español de todos los tiempos, aunque personalmente creo que su última etapa en ACB tuvo más sombras que luces y marchaba un poco por libre. Pero es innegable que esa doctrina que apunta el canario es difícil de cumplir en muchos casos.

Porque imagino que en todas las provincias sucede lo mismo que en Gipuzkoa, que el número de partidos que el colectivo arbitral tiene que cubrir es tan desproporcionado que, cada miembro del comité tiene que hacer entre 4 y 8 partidos todos los fines de semana. Bendito sea ese problema por lo que significa: un montonazo de gente jugando al mejor deporte del mundo. Pero lamentablemente la vocación arbitral no es tan intensa como las ganas de jugar a baloncesto y eso se cuantifica en un número infinitamente pequeño de árbitros y oficiales de mesa.

Los frikis que se dedican a ésta ingrata profesión (porque hay que ser un poco masoquista para ejercer de trencilla) en mi provincia, no tengo la menor duda de que su intención clara es la de arbitrar y no la de pitar, pero a nadie se le puede escapar que cuando vas por el cuarto partido en el mismo día esa intención se queda sólo en eso. Un árbitro o un oficial de mesa que tiene dos Ligas Vascas por la mañana + un nacional a primera hora de la tarde + un provincial, es imposible que llegue al último y la mitad de sus acciones sean pitadas y no arbitraje. Nadie me puede negar eso y si lo hacen se auto engañan.

La colaboración por parte de los entrenadores y jugadores tiene que ser primordial eso también está claro, tenemos que ser gente comprensiva con el terrible esfuerzo que tienen que hacer y facilitarles las cosas, pero ellos también tienen que ser constantes en su esfuerzo y demostrarnos que nos dan su 100%, el que pueden darnos, sin dosificarse. Pero lamentablemente muchas veces nos toca a todos sufrir soberbia en lugar de humildad, como en todos los estamentos de este deporte siempre hay personajes que se refugian en la chulería y la prepotencia para tapar sus deficiencias o frustraciones.

La solución es difícil nunca habrá tantos árbitros ni oficiales de mesa para hacer 4 partidos por fin de semana, una cifra aceptable aunque también exagerada, así que tenemos la obligación de mantener un respeto mutuo total. Pocas veces un arbitraje te hace perder o ganar un partido. Pocas veces un jugador salta al campo con la intención de culpar al árbitro de sus malas decisiones. Pocas veces un entrenador se refugia en el arbitraje para justificar su mal planteamiento. Pocas veces un árbitro viene con la idea de joderte.

Si todos nos respetamos, todos estaremos mejor.


Eso sí, gente que piensen lo contrario a la idea que lanzo en este artículo los hay y los habrá siempre, es inevitable, tenemos que vivir con ello.

1 comentario:

  1. PITAR ?, todo el mundo sabe soplar un silbato. ARBITRAR ?, algo muy grande, que no está al alcance de todos, y los que lo practican saben su inmensa responsabilidad por el gran respeto que tienen por los equipos. ¿ Lo mejor ?, que al final del encuentro te den la mano el equipo perdedor porque el ganador siempre te la dará.

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