El segundo round apetecía, los dos combinados tenían
una planta excelente y todo hacía presagiar que podríamos disfrutar de un gran
partido. Tanto Bizkaia como Alava habían podido diseñar buenos equipos:
grandes, con calidad y con un gran espíritu de trabajo. Además los bizkainos
tenían la posibilidad de proclamarse campeones de Euskadi al haber conseguido
imponerse a Gipuzkoa el día anterior, por lo que el partido reunía muchos
alicientes positivos. La verdad es que no me defraudó.
Los nervios pasaron factura a los alaveses en este
primer acto y se mostraron más imprecisos que sus rivales ofensivamente, a
pesar de lograr opciones claras de canasta no supieron convertirlas y recoger
los frutos del gran sacrificio en defensa que realizaron. Los bizkainos también
fueron generosos en la faceta defensiva pero encontraron en Javi González su
estilete ofensivo, grandísimo cuarto con 11 puntos + 3 rebotes + 2 recuperaciones.
Los dos equipos se entregaron en el campo y nos hicieron vibrar a los que
valoramos la defensa como una parte importante de éste juego. 9-19 para Bizkaia
que caminaba firme hacia el título.
Bizkaia aflojó un poco el ritmo en el inicio de
segundo cuarto y se vio sorprendida por el ímpetu de los alaveses que comenzaron
a anotar con fluidez. Álava le metió ritmo al partido contagiando a su rival
que perdió el control del juego y vio como la ventaja obtenida en el primer
cuarto se reducía a sólo cuatro puntos. Un rápido tiempo muerto (con la llamada
al orden correspondiente) hizo que los de Uriz se pusieran las pilas retomando
su planteamiento inicial, volvieron a controlar el rebote defensivo y buscaron
a sus interiores en ataque. Pero las rotaciones alavesas siguieron viendo el
aro como una piscina y consiguieron la victoria por 25-22. Se marcharon al
vestuario con grandes esperanzas de poder darle la vuelta al marcador.
Tras el descanso se encogieron los brazos y el
partido se volvió espeso, los dos equipos sufrieron en sus carnes el miedo a
ganar y su talento ofensivo desapareció. Se aplicaron en defensa para compensar
su poca fluidez ofensiva y lo hicieron realmente bien. Pero Bizkaia seguía
manteniendo el control del rebote en ambas canastas y eso le permitió tener el
control del balón mucho más tiempo que a los alaveses. Un mejor aprovechamiento
de las segundas opciones les permitió sumar un nuevo parcial con un pobre 10-13.
Nuevamente +10 para ellos en el marcador, aunque con todo por decidir en el
último acto.
Los dos equipos se lanzaron a una cruenta batalla
por el partido. Los alaveses volvieron a tomar la iniciativa del juego en los
primeros minutos del último cuarto y los bizkainos titubearon, sin duda el peso
de poder ser campeones estuvo muy presente en los primeros compases. Entonces
apareció Carlos Palacios y disfrutó de su momento de gloria en el partido, ese
momento que todo jugador sueña con que algún día le llegue. El jugador bizkaino
hizo el cuarto perfecto: 4/4 en tiros de dos, 2/2 en triples y 2/2 en tiros
libres, simplemente impresionante. Sus espectaculares porcentajes le
permitieron sumar 31 de valoración y ser el MVP del partido. Los alaveses lo
intentaron pero no llegaron, sin duda el mal primer cuarto limitó sus
posibilidades de victoria.
Grandísimo partido el que pude ver en Beasain.
Para que luego me digan que la categoría cadete no
es capaz de dar espectáculo y emoción……
Ignorantes.
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