TOCABA PERDER (104-68)

Al disfrutar de descanso en esta jornada pudimos disputar un amistoso ante la UPV de LF2. El equipo donostiarra que milita en la segunda competición nacional femenina, nos hizo el planteamiento y acepté sin dudar. Jugar, y sobre todo perder, nos vendría bien para afrontar el último partido ante Ordizia el próximo sábado en Azpeitia. No hay que dormirse.

Del partido tan sólo comentar que, las chicas de Azu, nos devolvieron al planeta tierra y nos sacaron los colores en algunas facetas del juego. Evidenciamos que hemos extraviado mucho del espíritu currela que había sido nuestra seña de identidad a lo largo de la competición, sobre todo en la faceta defensiva. Como bien comenté con la plantilla, podemos hacer mal las cosas nuevas que vamos metiendo, pero no podemos dejar de hacer las cosas que ya tenemos asimiladas.

En ataque no estuvimos mal. Conseguimos generar nuestras situaciones de tiro habituales  y mostramos mucho desparpajo a medida que fue avanzando el encuentro. Lamentablemente nuestro punto de mira no estuvo bien enfocado y eso nos condicionó. Pero tampoco es un tema que en estos momentos me preocupe demasiado, estando poco finos conseguimos hacer 68 puntos. En nuestro descargo (y por buscar alguna excusa) he de decir que notamos bastante la diferencia de tamaño de las bolas.

Una experiencia interesante y enriquecedora, tanto para los técnicos como para los jugadores. No todos los días puedes disputar un partido contra un equipo de la élite femenina. Además nos ha servido para quitarnos la “pereza” que suele producir las navidades y sus excesos gastronómicos y fiesteros.

Esta semana cerramos la primera fase de la competición en casa, ante el único equipo que ha sido capaz de ir por delante nuestro en el marcador 36 minutos. Será un partido muy complicado y que va a requerir de todas nuestras virtudes para sacarlo adelante.

Tras el partido del sábado empieza nuestra verdadera competición, en la que el objetivo deportivo será la “final a cuatro”, en la que tendremos que demostrar si realmente estamos preparados para competir con los “buenos”, en la que deberemos dar lo mejor de nosotros mismos, siempre con el trabajo como seña de identidad.

Preparados estamos para hacerlo.

A ver si somos capaces………….

Para ello estamos trabajando (y creo que bien)