AL CESAR….LO QUE ES DEL CESAR……..(I)

Ya han pasado unos cuantos días desde que terminamos la temporada con el 1ª Nacional del Ointxe!! Ya con mejor cuerpo y sobre todo recuperando mi “equilibrio mental” que estaba bastante deteriorado, me siento en la obligación de hablar de un par de jugadores con los que he tenido una grandísima afinidad y a los que considero mis amigos.

El primero del que voy a hablar es de Igor Moratxo. Se trata sin duda de uno de los jugadores que más ha evolucionado deportivamente esta temporada. El “techo” del equipo llegó del Fundación Baskonia hace dos temporadas. Tras unos cuantos años en Vitoria Igor decidió volver a su Bergara natal y embarcarse en el Ointxe.

No voy a negar que su llegada me emocionara. Con él y Paul nuestro juego interior ganaba muchos enteros y nos daba muchísimas posibilidades de ser competitivos. Rápidamente me di cuenta de que Igor era un jugador que había sido claramente “abandonado” a su suerte en Gasteiz. Carente de confianza en sus verdaderas posibilidades y con un escaso trabajo de técnica individual, mis buenas sensaciones desaparecieron rápidamente. Reconozco que pensé: ….”madre de Dios”……

Pero bueno, como yo soy un adicto a las “causas perdidas” (y él tenía unas ganas enormes de ser importante en el equipo) comencé por lo más importante: ayudarle a recuperar su autoestima como jugador y darle cariño.


Compartir coche de vuelta a casa todos los días ayudó a que nuestro vínculo se fortaleciera y me convertí en su sicoanalista. A pesar de que los progresos fueron muy buenos en el tema de autoestima, lamentablemente en la cancha no conseguía ese punto de suerte necesario para ser determinante. Cuando empezaba a sentirse cómodo, una desafortunada lesión le hacía perderse los últimos 4 partidos de liga y dejaba más sombras que luces en su primer año en Arrasate.

Pero tras las vacaciones vino un Igor Moratxo diferente. Con una carga de trabajo físico muy buena y con unas ganas de comerse el mundo sorprendentes, desde el primer momento se convirtió en un jugador determinante en el equipo. Las lesiones le han respetado mucho y ha podido (y querido) tener continuidad en el trabajo rutinario y en los encuentros. Bien respaldado por Paul, Iker, Unai o Gorka en las posiciones interiores, todo el mundo descubrió que los pívots del Ointxe eran jugadores DE LOS QUE HABÍA QUE PREOCUPARSE.

La verdad es que esta temporada ha sido muy buena y me siento muy orgulloso de Igor y de su capacidad de trabajo. Su “recorrido” es todavía muy largo y deseo fervientemente que sea capaz de demostrar a todo el mundo que tiene baloncesto dentro de él. Tan sólo hay que hurgar un poco…………

Te voy a vigilar Igor y espero que no me decepciones porque si no “te arranco la cabeza”

Pierdes un tío adoptivo, pero sabes que has ganado un amigo

Beti aurrera Moratxo!!!