PELEANDO POR EL ASCENSO

Tengo muy buenos recuerdos de la temporada 2004-2005, los malos se han ido convirtiendo en sabios aprendizajes. Fue un año pleno y muy reconfortante. El Caja Vital, equipo que entrenaba, consiguió su mejor marca deportiva al lograr, a base de tesón y curro, disputar la fase de ascenso a LF-2. Hasta el día de hoy, también ha sido mi mejor marca.

El pinchazo de la temporada anterior cuando, a falta de 5 jornadas, teníamos opciones de fase y nos pegamos un 1-5 en victorias que resultó muy doloroso para el grupo. Fuimos capaces de sortear las numerosas piedras del camino y mantener un nivel competitivo alto. Pero se nos acabó la gasolina y lamentablemente en el peor momento. El equipo vio con tristeza como volvían a ocupar la octava plaza de la competición. La planificación no fue la adecuada.

Así que la siguiente pretemporada ajustamos los tiempos y los ritmos. La llegada de Rakel nos permitía mejorar nuestra vocación ofensiva. Una jugadora con un físico y una riqueza técnica excepcional. Mantuvimos y mejoramos la línea de trabajo desarrollada la temporada anterior. Pero el factor clave fue la motivación de la que hizo gala la plantilla durante toda la temporada. Vinieron con muchas ganas y los buenos resultados nos hicieron más ambiciosos en el campo.

En la primera fase hicimos un basket bonito, de los que no te esperas en la categoría femenina. Alcanzamos los 80 puntos de media por partido. Nuestro físico estaba un punto por encima del resto de competidores y nos hartamos de correr y correr y correr……… La defensa no fue una de nuestras mejores virtudes, a pesar de que tan sólo recibimos 55 de media. Veíamos aro con tanta facilidad en ataque que la plantilla nunca estuvo al 100% en esa faceta. Tampoco nos hizo demasiada falta, todo sea dicho.

En la siguiente fase mantuvimos los mismos guarismos. Tan sólo el Helios maño y el Atlético SN SN fueron capaces de vencernos. Las donostiarras acabaron primeras. Un equipazo con mucha (y buena) sintonía. Una semana antes de concluir la competición conseguíamos matemáticamente la segunda plaza y el derecho a acudir a Vinaroz. Un trabajo de dos años daba sus frutos y una buena generación de jugadoras conseguía un objetivo terriblemente deseado.

No preparamos nada especial para la fase. Con el objetivo cumplido, el grupo democráticamente decidió “ir con lo puesto” y no gastarnos mucho en una preparación adicional. Resultó una experiencia increíble. A Pozuelo y Alcorcón los tuvimos contra las cuerdas hasta los últimos minutos. Las locales, que habían invertido una sustanciosa pasta en la plantilla, se mostraron intratables y consiguieron plaza en LF-2.

Abaroa volvió a casa satisfecho. Con la duda de si podíamos haber sido más competitivas, pero con la satisfacción de haber vivido la experiencia en todas sus facetas, deportiva y extradeportiva, a tope de intensidad.

Un buen año……si señor!!!!