Este
domingo comienza el estatal júnior masculino en Bilbao, un evento de los que
pocas veces puedes disfrutar a menos de una hora de tu casa. La temporada
pasada viví intensamente el femenino en sus sedes de Azpeitia/Azkoitia y la
última fase en Donosti, una experiencia que tenía apuntada con mayúsculas en mi
hoja de ruta dentro del basket y que no había podido cumplir hasta ese momento.
Ni que decir tiene que fue tan sumamente reconfortante vivirla que la voy a
repetir en Bilbao donde ya he cursado la solicitud para acreditarme.
La
verdad es que en Bilbao la voy a vivir de otra manera, mucho más relajada y sin
ningún tipo de compromiso, lo que me parece que me va a permitir disfrutar
mucho más que la temporada pasada. Al final los compromisos y obligaciones con
Iraurgi me impidieron acudir a otras sedes hasta la fase final. Así que ya he
empezado a confeccionar mi calendario particular de partidos, como siempre
trataré de optimizar al máximo los días que acuda y poder ver el máximo de
baloncesto posible. Ya sabéis que soy un "profesional" de las
sobredosis de basket. Por supuesto que cámara en mano y buscando el milagro de
buenas fotos, es lo que tiene no tener unos medios ostentosos, pero mi economía
sigue teniendo otras necesidades prioritarias más importantes que la fotografía.
Se
mantiene el formato de la temporada pasada, un sistema de competición que a mí
no me acaba de convencer mucho, la FEB lo considera un sistema de competición
válido así que habrá que respetarlo.
De los
cuatro primeros grupos se siguen clasificando los tres primeros y de los cuatro
siguientes tan sólo el primero. Si a esto le añadimos el sistema de rankings
que aplica la FEB pues nos queda un campeonato en el que habrá equipos que sólo
tengan que ganar un partido para estar en los cruces y otros que tengan la
obligación de ganar al menos tres. Claramente, a mi modo de ver, se "favorece" a los equipos fuertes que
tienen una fase de grupos "relajada"
y en la que se pueden permitir el lujo de no estar al 100%. Por el contrario se
obliga a los equipos de nivel medio/bajo a jugar a muerte todos sus compromisos
si quieren pasar.
Si el
objetivo está en que la mayoría de los partidos sean competitivos y haya un
gran espíritu de pelea, pues me parece aceptable. Un poco injusto pero
aceptable. Yo soy más del sorteo puro y de que todos entren en el bombo, ello
puede dar opciones de que equipos menos preparados tengan la oportunidad de
medirse a los grandes, que se puedan marchar a casa diciendo que han peleado
contra el Joventut, Barça, Madrid, Estudiantes...., que dentro de unos años los
vean en la tele y puedan decir: "yo
jugué contra esos".
Soy un
romántico, que le voy a hacer.
Independientemente
del sistema de competición hay otras cuestiones más que evidentes y que valoro
mucho más de este tipo de competiciones. Voy a volver a reencontrarme con
buen@s amig@s y voy a disfrutar de un ambiente de basket intenso y pasional.
La
pasión y la intensidad que te dan los equipos júniors y su frescura en la forma
de entender el basket son cuestionen que me “ponen”.
Seguro que lo disfruto a tope!!!!
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