SIN VOCACIÓN DEFENSIVA

El viernes pasado pude ver el segundo partido del Lan Mobel esta temporada, cuando se puede pues hay que aprovechar. Un partido importante ante un equipo que será rival directo en la lucha por la permanencia, siempre que las cosas no cambien (que seguro que cambiarán) y los de Azpeitia sigan sin dar ese paso adelante que todos estamos esperando. El partido no se resolvió como se esperaba y cayó una nueva derrota.

Como bien dice mi amigo Jokin, el comienzo del partido fue bueno y los locales saltaron terriblemente motivados a la pista, con las ideas muy claras. Plasencia llegaba en unas condiciones francamente malas, habiendo conseguido tan sólo una victoria, y con la baja de su entrenador que había sido cesado en su cargo. En esas condiciones y con los de Iraurgi a tope, apenas podían enchufarse al partido.

Sin embargo, en el segundo cuarto, fueron centrándose y posicionándose en la pista. Las rotaciones de Lan Mobel perdían frescura anotadora y mantenían el poco espíritu de trabajo en defensa de sus antecesores. Paupérrimo parcial de 12-19 que dejaba a todos los presentes con el corazón encogido, a pesar de irse +1 al vestuario, las dudas planeaban por las cabezas de todos los presentes. La actitud y aptitud defensiva del equipo no era la más apropiada para un partido tan importante.

Tras el descanso llegó la debacle. Los locales saltaron a la pista pero no fueron capaces de ponerse a jugar, la charla del vestuario de Iurgi no debió de ser asimilada por la plantilla que dio muestras de tener poca fe en la victoria. Los interiores de Lan Mobel estuvieron completamente desaparecidos y permitieron a los extremeños campar a sus anchas por la pintura azpeitiarra. Casado y Ott aportaban puntos pero atrás tampoco acertaban a frenar a sus pares. Iurgi rotó jugadores buscando un ápice de intensidad, un poco de carácter, pero no lo consiguió. Plasencia castigó, una y otra vez, el aro gipuzkoano sin piedad, completamente enchufados y controlando con insultante autoridad el tempo del partido.

El último cuarto Iraurgi tiró de raza. Barberena saltó al campo y, con dos acciones positivas. Levantó el ánimo de sus compañeros que recuperaron la concentración y un poco de espíritu. Pero Iglesias (viejo conocido) y Ros, curtidos en mil finales de este pelo, supieron mantener y dosificar la ventaja extremeña consiguiendo una victoria importantísima para ellos. Hoy han vuelto a ganar al Gandía (colista del grupo y rival directísimo), parece que la victoria en Azpeitia les ha hecho recuperar confianza.

A mí no me gustaron nuestros chicos. Poca fe en el trabajo defensivo y demasiada precipitación en sus acciones ofensivas. Creo que abusaron demasiado del perímetro, aunque con lo grises que estuvieron los pívots, no me extraña que lo hicieran.

Me fui a casa triste. Estos son los partidos que hay que ganar si no quieres pasar apuros, pero……., sin espíritu………

Un mal día.