miércoles, 3 de agosto de 2016

El milagro alavés

El baloncesto alavés vuelve a estar en la élite femenina. Araski completó con éxito una brillante trayectoria a lo largo de la temporada, la culminación ganando la fase de ascenso fue espectacular. Ahora están inmersas en la próxima temporada que será terriblemente exigente para el club, financiar esta aventura  no va a ser cosa fácil. Personalmente tengo claro que lo van a hacer bien, en los despachos y en la pista, que van a disfrutar de un gran año.

En seis años de existencia el club alavés ha dado el salto a la máxima categoría, aunque quizás no haya tenido la repercusión mediática que se hubiera merecido. Para más de un gazteitarra ha sido una auténtica sorpresa que haya chicas en Vitoria que jueguen tan bien al baloncesto. Araski ha reivindicado con éxitos deportivos su derecho a formar parte de la élite de este deporte, por fin el baloncesto femenino alavés vuelve a estar en lo más alto, tras muchos años de desierto total.

Estar en la máxima categoría del baloncesto femenino estatal es una consecuencia directa de muchos años de ímprobo trabajo, de pelear con muchos egos que no concebían un proyecto deportivo de élite globalizado en Álava. La historia de siempre, la que tienen que sufrir los clubes que lían la manta a la cabeza y quieren hacerlo bien. Por suerte la junta directiva del club alavés, con Livia López a la cabeza, ha sido capaz de sacarlo adelante y además con muy buena nota.

Por fin un proyecto deportivo con jugadoras alavesas está en lo más alto, además son jugadoras que juegan, que llevan el peso específico del partido y que dan la cara, no se esconden y eso es algo que engancha. Tener dos “americanas” que te anoten 30 está muy bien, pero está mejor (y es más enriquecedor para la parroquia) que “sus chicas” se jueguen el último tiro y la metan.



Para enriquecer más el pastel, Madelen Urieta es la responsable de que todo esto funcione en pista. Una persona vinculada al proyecto desde antes de que viera la luz, una entrenadora de la casa que acaba de recibir el galardón de ser la mejor con la pizarra, honor que ha compartido con Pablo Laso. 

A mí me parece algo digno de elogio y que el baloncesto alavés debería valorar en su justa medida.

Me alegro mucho por Araski, pero sobre todo me alegro por su presidenta. Su capacidad de liderar “locuras” que acaban siendo realidades es algo que admiraré siempre.

Me alegro mucho por el baloncesto femenino alavés.


Me alegraría más si la sociedad alavesa correspondiera con todo su apoyo y ayudase a que este sueño sea una firme realidad prolongada en el tiempo.

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