Serpientes de verano

Los culebrones que monta la FEB cada verano son un clásico que cada año se supera. Si ya la pasada temporada se llegó a agosto sin tener calendario en Plata y teniendo que retocar el de Oro por la inclusión de dos “invitados”, aceptando a Iraurgi en Liga Femenina cuando le había negado la sal en LF2………, esta temporada se vuelve a superar y nuevamente estamos a 1 de agosto sin definir los calendarios, ni los grupos ni nada.

Que el mayor interés de la FEB siempre ha sido el recaudatorio y no el deportivo es algo que todo el mundo tiene claro. Una vez más y a pesar de tener un nuevo mandatario al frente está creando un estado de confusión total en todos los clubes de sus competiciones. Tan sólo Liga Femenina tiene las fechas y los enfrentamientos definidos, pero el resto de las competiciones son un enorme cuadro vacío en su web.

Eso sí, rebajar los “impuestos revolucionarios” y ponérselo fácil a los clubes no, aquí hay que seguir pagando y el que dispone de euros no tiene ningún problema para jugar en la categoría que le apetezca. Aunque deportivamente no tenga ningún derecho, la FEB ya se encarga de hacerle un hueco y si hay que cambiarlo todo…... ¡qué cojones! ......, se cambia. Que aparecen interesados en participar en LF2 y tienen pasta, pues se amplía la categoría y listo. Así resuelven las cosas los chicos de Garbajosa.

Eso sí, mucho Universo Mujer, mucha lucha por la igualdad y la integración, mucha colaboración en países africanos, Latinoamérica….., pero de ponerlo fácil económicamente nada de nada. Es normal que, si tenemos en cuenta el pedazo de organigrama directivo y de colaboradores a sueldo que tienen, no se bajen del burro en  el tema económico. Una reducción de ingresos haría peligrar más de un puesto de “trabajo” y eso no mola.

Qué decir de los clubes, los principales culpables de que la FEB sea un auténtico cortijo, tragan y tragan lo que les echen. Lloran un poco a los cuatro vientos pero luego todos se plegan a las exigencias leoninas de los Garbajosa Boys cumpliendo escrupulosamente con todos los requisitos. Encima cuando hay elecciones y tienen la posibilidad de cambiar las cosas resulta que son incapaces de ponerse de acuerdo entre ellos. Está claro que, los apoyos que han recibido los actuales directivos de la FEB van a tener recompensa, que los “enemigos” sufrirán en sus carnes los rigores de la derrota también está claro. La historia más vieja del mundo jamás contada: vencedores y vencidos.

Pero no va a cambiar nada porque nadie quiere, verdaderamente, que cambie. La FEB seguirá cortando el bacalao y los clubes jodiéndose y tragando mierda.

Al menos durante los próximos cuatro años.