Ayer estrenó
el casillero de victorias Scariolo y sus chicos. Nigeria fue un equipo con
mucha fe y se mantuvieron en el partido hasta el final, aguantaron con valentía
los pocos arreones de calidad de la roja.
La lógica nos dice que debería valorarse positivamente la victoria, tras los
dos primeros tropiezos por fin el equipo sumaba una inyección de moral. Pero no
ha sido así y en RTVE ya les están preparando el billete de vuelta a casa.
Está claro
que del partido ningún jugador se fue satisfecho y le habrán dado muchas
vueltas a su actuación. Scariolo está en bucle y no es capaz de darle la vuelta
a esta situación en la que se encuentran inmersos. La necesidad de dar descanso
a sus pilares le obliga a combinaciones extrañas en las que no ha estado muy
sembrado. Tampoco ayudan demasiado al equipo la poca aportación en pista de
Calderón, el extremeño no está fino y tampoco se siente muy apoyado por el
míster. Claver a su rollo, por lo menos Hernangomez nos está alegrando la
vista.
Las
sensaciones que me produjeron ayer los chicos de la roja fueron muy negativas,
la poca continuidad al trabajo defensivo fue desquiciante. Personalmente
tampoco creo que el combinado nacional vaya a estar entre los cinco primeros del
mundo. Me están decepcionando un poco, si algo me gustaba de estos tíos era su capacidad
de sufrir / luchar y esa ambición desmedida por intentar ser los mejores. Ayer
me parecieron funcionarios en muchos
momentos del partido.
Curiosamente
hoy las chicas han hecho justamente lo contrario. Me han demostrado que tienen
claro a que han venido y que quieren hacer. Lo consigan o no ya se han ganado
el respeto de toda la delegación olímpica y de toda la piel de toro. A pesar de
que eran terriblemente superiores, en los dos primeros cuartos han dado una
lección de constancia y sacrificio enormes. El 46-19 con el que llegaban al
descanso lo dejaba todo muy clarito y diáfano.
Las mujeres
son de otra pasta y dan la cara siempre.
Quién sabe,
igual las chicas se quedan fuera de la élite olímpica y los chicos acaban
ganando una medalla. Lo sabremos en breve.
El próximo
domingo Scariolo y sus chicos tendrán una nueva oportunidad de sacar raza, una
nueva posibilidad de hacer “acto de contrición”
y volver a levantarnos el espíritu a los románticos. Una buena forma de acallar
a todas esas bocas (entre las que me incluyo) que los están mandando para casa.
A ver si
tienen huevos.
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