Ni que decir tiene que el Endesa fue una experiencia
vital y personal para un servidor, pero la mejor de las cosas que me sucedieron en
ese campeonato fue el reencontrarme con un@s cuant@s grandes colegas, gente a
la que llevaba una eternidad sin ver. Una inyección de buen rollo que me ha
cargado las pilas a tope.
Fernando Garzón fue la primera alegría que se llevó
mi cuerpo en este aspecto. Vinculado a la FEB en el tema de arbitraje, el amigo
Fernando vino a trabajar con los árbitros y tuve la suerte de compartir largas
charlas a pie de pista. Compañeros de arbitraje durante unas cuantas
temporadas, rápidamente profundizamos en nuestros buenos recuerdos y en un
puñado de experiencias que pudimos compartir juntos (en los cursos de
pretemporada) en Askartza. Fueron grandes años en los que muchos compañeros de
profesión disfrutábamos a tope de ese fin de semana recluidos. Una gran persona
y un gran profesional.
Gabriel Carrasco fue el protagonista del segundo
reencuentro. Con el entrenador del Liga Femenina y Director Deportivo del CB
Conquero ya tuve la suerte de coincidir en Azpeitia durante su visita en liga,
pero nuevamente volvió con el equipo júnior. Compañero de residencia en el
curso de entrenador superior celebrado en Madrid, sin duda el peor curso que se
ha celebrado en toda la historia de la FEB, pudimos pasar grandes veladas
juntos y generamos un gran vínculo personal que teníamos “aparcado”. Otro gran profesional del basket que no está viviendo
los mejores momentos de su carrera en Huelva y no precisamente por temas
deportivos. Aprovecho para mandarle todo mi apoyo y ánimo…., peor que las
charlas de Orenga y Creus en Madrid no hay nada amigo!!!!.
He dejado para el final al “peor” de todos. Quien conoce y comparte amistad con Eugenio Alcaraz
sabe que es (perdónenme la expresión) un auténtico cabronazo. El murciano y yo
también compartimos vivencias en Madrid y después hemos hecho cosas juntos (no
sexuales por supuesto). Genio y figura siempre dispuesto a “metértela doblada”, pero con un sentido
del honor y la amistad altísimos que lleva como seña de identidad. Un currela
del basket y de las causas perdidas, un “friki”
que demuestra cada segundo su pasión por el basket, una de esas personas a las
que no puedes (ni quieres) olvidar y que siempre tiene que estar presente en tu
agenda de contactos.
A pesar de su intensa alopecia sigue sin perder
chispa el tío!!!!!
Hubo más reencuentros, pero estos tres fueron los
más destacados y me apetecía cerrar esta trilogía sobre el Endesa hablando de
ellos.
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