Hasta las 19:45, no tenía muy claro si acudiría a mi segunda cita con la historia del Basket Comarcal. Pero finalmente me pudieron las ganas. Me apetecía ver la evolución del M. Unibertsitatea. Así que me dirigí a Iturripe, a recordar “viejos” tiempos.
La verdad es que disfruté de muchas sensaciones al entrar al pabellón. Algunas francamente buenas y otras malas. La vida suele ser así, 50% buena y 50% sufrir, al menos en la mía. Me sorprendió gratamente la enorme afluencia de gente y el fenomenal ambiente que había en el graderío. Igual que en Oñate.
El partido fue más igualado que el disputado en Zubikoa. Sustrai venía con Gamarra muy mermado físicamente y con serias dudas de poder aportar. Xabi Igartua planificó tácticamente el partido buscando reservarlo el máximo tiempo posible. Ello requeriría un esfuerzo muy importante de sus “secundarios”. La verdad es que nuevamente estuvieron a la altura. Se fajaron en defensa y vieron aro en ataque (siempre en momentos importantes)
Mikel Biain y Mallabi llegaban a la tercera falta y la cara de preocupación fue patente en el rostro del Míster. La victoria en el primer cuarto (17-18) no parecía satisfacerle demasiado.
El M. Unibertsitatea salió con las cosas muy claras. Tenían la receta para plantar una dura batalla al Sustrai y tratar de salir victoriosos. Una defensa presionante intensísima y una buena selección de tiro en ataque eran los requisitos indispensables a cumplir. Y la verdad es que lo hicieron casi perfecto. Pero desgraciadamente los errores no forzados fueron un auténtico lastre en los momentos importantes. No los conté, pero apostaría que una docenita ya cayó.
La salida de Kintana a la pista en el segundo cuarto dio nuevos aires al ataque del Ointxe, muy motivado y con unos magníficos porcentajes de acierto. Mikel Anasagasti también estuvo a un grandísimo nivel en este cuarto. Un triple suyo fue el inicio de unos grandes minutos locales. Dominador total del “timing”.
Igartua tiraba de Gamarra y lo ponía en el campo. Eso pareció serenar a los rojos que estaban prácticamente al límite y que sobrevivían gracias a un magistral Iki. Un “mate” suyo en contraataque ponía la máxima diferencia visitante (+7) 35-40 al descanso y todo por decidir.
El tercer cuarto fue extraño. El juego se endurecía y obligaba a los árbitros a intervenir constantemente. La tensión en el campo llegó a su máxima expresión. Las quejas constantes de los jugadores de ambos equipos dificultaron su trabajo y los mantuvo al límite. El Ointxe hizo sus mejores minutos y consiguió ganar el cuarto por un contundente 25-16. Mucha tensión en el campo que parecía favorecer a los locales.
El Sustrai dudó de sus posibilidades de llevarse la victoria. La salida al campo en el último cuarto fue temerosa y con poca convicción. Tanto en defensa como en ataque se mostraban lentos y muy apáticos. Los locales conseguían alcanzar la máxima ventaja con un nuevo triple de Kintana. Los de Oñate estaban al borde del K.O.
El minuto 5 fue clave en el devenir del encuentro. Paul cometía su quinta falta y dejaba “huérfano” el juego interior del M. Unibertsitatea. Su trabajo con Iki y Mallabi fue muy bueno en defensa. Los mantuvo a raya muchos minutos. Igartua rápidamente se dio cuenta de que era el momento. Puso toda la artillería en el campo para el último esfuerzo.
Los visitantes hicieron un trabajo muy inteligente en defensa. Obligó a tiros muy forzados a Kintana y “flotó” al resto de los exteriores. Conscientes de su superioridad en el rebote arriesgaron. Pero los locales estaban enchufados y aguantaban el marcador. Un triple de Gamarra reducía la ventaja a cuatro puntos (75-71) y forzaba un tiempo muerto morado para definir conceptos.
Con empate a 78 a falta de dos minutos, ambos equipos se entregaron a la “raza”. Tiraron de casta y se olvidaron de estrategias. A falta de 13 segundos el Ointxe convertía un canastón que les ponía 86-85. Pero una errónea defensa sobre Iki y una ayuda que no acabó de llegar a tiempo, permitió al txantxiku anotar debajo de aro y poner el definitivo 86-87 en el electrónico. 26-31 de parcial.
Pues eso una interesante sesión de basket….muchos recuerdos……y sobre todo mucho frío.
Ese jodido pabellón!!!!!
La verdad es que disfruté de muchas sensaciones al entrar al pabellón. Algunas francamente buenas y otras malas. La vida suele ser así, 50% buena y 50% sufrir, al menos en la mía. Me sorprendió gratamente la enorme afluencia de gente y el fenomenal ambiente que había en el graderío. Igual que en Oñate.
Mikel Biain y Mallabi llegaban a la tercera falta y la cara de preocupación fue patente en el rostro del Míster. La victoria en el primer cuarto (17-18) no parecía satisfacerle demasiado.
El M. Unibertsitatea salió con las cosas muy claras. Tenían la receta para plantar una dura batalla al Sustrai y tratar de salir victoriosos. Una defensa presionante intensísima y una buena selección de tiro en ataque eran los requisitos indispensables a cumplir. Y la verdad es que lo hicieron casi perfecto. Pero desgraciadamente los errores no forzados fueron un auténtico lastre en los momentos importantes. No los conté, pero apostaría que una docenita ya cayó.
Igartua tiraba de Gamarra y lo ponía en el campo. Eso pareció serenar a los rojos que estaban prácticamente al límite y que sobrevivían gracias a un magistral Iki. Un “mate” suyo en contraataque ponía la máxima diferencia visitante (+7) 35-40 al descanso y todo por decidir.
El tercer cuarto fue extraño. El juego se endurecía y obligaba a los árbitros a intervenir constantemente. La tensión en el campo llegó a su máxima expresión. Las quejas constantes de los jugadores de ambos equipos dificultaron su trabajo y los mantuvo al límite. El Ointxe hizo sus mejores minutos y consiguió ganar el cuarto por un contundente 25-16. Mucha tensión en el campo que parecía favorecer a los locales.
El minuto 5 fue clave en el devenir del encuentro. Paul cometía su quinta falta y dejaba “huérfano” el juego interior del M. Unibertsitatea. Su trabajo con Iki y Mallabi fue muy bueno en defensa. Los mantuvo a raya muchos minutos. Igartua rápidamente se dio cuenta de que era el momento. Puso toda la artillería en el campo para el último esfuerzo.
Los visitantes hicieron un trabajo muy inteligente en defensa. Obligó a tiros muy forzados a Kintana y “flotó” al resto de los exteriores. Conscientes de su superioridad en el rebote arriesgaron. Pero los locales estaban enchufados y aguantaban el marcador. Un triple de Gamarra reducía la ventaja a cuatro puntos (75-71) y forzaba un tiempo muerto morado para definir conceptos.
Pues eso una interesante sesión de basket….muchos recuerdos……y sobre todo mucho frío.
Ese jodido pabellón!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes y debes discrepar con lo que aquí se escribe, pero si faltas al respeto o atacas a alguien con malas intenciones serás censurado. Lo sepas!!!!!