Estudiando en el BOE los efectos secundarios de la
victoria del Madrid en la pasada Copa, voy y me encuentro con un artículo de
opinión del señor Paco García Caridad. Este artista de la pista va y se pega
una sarta de gilipolleces que poco tienen que ver con uno de los mejores
eventos deportivos. Se lanza a hablar sobre la mala educación de la gente que
se dedicó a pitar durante la interpretación del himno nacional. Resulta que,
para este señor, lo más importante de la mayor fiesta del baloncesto que existe
en la piel de toro ha sido un hecho aislado, de un determinado grupo de gente.
De primeras tengo que decir que no sé porque se
sigue llamando Copa del Rey, simplemente la denominación de Copa sería
suficiente. Relacionar este evento con la casa real me parece enturbiar a
nuestro deporte, máxime cuando esa institución está en el punto de mira por
campar a sus anchas por el mundo, derrochando alegremente el dinero de todos.
Detalles de su artículo, que además se ha preocupado
de ponerlos en negrita, para que dé bien al ojo. Tan sólo tres.
“Pitar un
himno genera violencia, es violencia”. Por descontado que es una falta de
educación y de respeto muy grave, propia de energúmenos, de patanes que no
saben estar en un recinto deportivo. Los que quieren oírlo merecen un respeto,
así que no lo justifico, pero tampoco me parece correcto denominarlo violencia.
Lo lógico hubiera sido que también sonara el himno catalán, el valenciano, el
canario, el andaluz, el aragonés y el vasco, una forma plural de manifestar
respeto a todas las autonomías que componen la piel de toro y a todos los
participantes en el evento.
“Es una falta
de respeto a uno de los símbolos de un estado y a quien se siente representado
por este símbolo. No querer
entenderlo y no querer detenerlo es síntoma de tibieza y de falsa tolerancia”.
Así que pitar el himno nacional es violencia y falta de respeto. Claro, lo
lógico y normal hubiera sido detener estas expresiones. ¿Cómo? ¿La guardia
civil desalojando a los que pitan? ¿Entrando a saco en el pabellón? ¿Porra en
mano? ¿Suspender la final hasta que dejen de pitar? Personalmente creo que el
mejor castigo sería haberlos puesto de rodillas con los brazos en cruz mirando
a la pared, eso sí, con una constitución en cada mano, libro que no creo que
este hombre se haya leído.
“Espero que
las personas que trabajan en las instituciones competentes, en primer lugar la
ACB, denuncien los hechos y el grupo de espectadores que pitaron reciban una
sanción justa y lógica”. Hombre, yo creo que los silbidos no son
equiparables a lanzar bengalas, dar palizas a las aficiones rivales,
insultarlos, vejarlos. Según su baremo de respeto, cómo calificará los silbidos
que se producen en el Bernabeu, cuando el equipo rival salta al campo. ¿Acaso
no es una falta de respeto?
Igual es que en el fumbol las cosas se cuantifican de otra manera.
Este ¿comunicador? se ha dedicado siempre al deporte
rey, en concreto al Madrid, requisito indispensable para llegar a ser un pez
gordo dentro del BOE. Curiosamente es el medio de comunicación que un día tras
otro fomenta la fobia hacia todo lo relacionado con el Barça. No se cortan ni
media en lanzar improperios y en generar un odio anti catalanista entre las
hordas merengues.
Eso sí que es violencia y a nadie parece
preocuparle. Sólo a los que sufren sus iras furibundas.
Señor Caridad háganos un favor a todos y siga
acudiendo a esos debates fumboleros
de los que es asiduo. Siga hablando de ese deporte con sus amigotes y deje
tranquilo al basket.
No trate de buscar mierda en el único deporte en el
que cualquier afición, de cualquier equipo, puede estar junta en una grada sin
que haya policía de por medio.
La envidia le corroe……….
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