El sábado disfruté de una intensa jornada de basket
femenino, tres partidos en Azpeitia, a
tope con las mujeres. El primero fue el Iragaz Vs Araba, un
enfrentamiento de A-2 que serviría de test para conocer el verdadero nivel del
segundo grupo de Liga Vasca. Las alavesas infringieron un duro castigo a las
locales que dieron síntomas de poca fe en sus posibilidades. Araba hizo una “discreta” primera fase (2-12), pero lideran
invictas el grupo de permanencia (6-0) y el sábado demostraron que están a años
luz de las locales. Solamente desde el triple (10 convertidos) ya sumaron casi
la mitad de sus puntos totales.
Desde el salto inicial Araba se manifestó con mucha
más agresividad y ambición que Iragaz. Plantearon una presión toda pista que
les bastó para conseguir el control total del juego. Las locales comenzaron el
partido muy espesas y sufrieron lo indecible por cruzar al campo de ataque.
Este factor fue un condicionante para estructurar su ataque y se sumó a un
espíritu defensivo bastante endeble. Los problemas para cerrar el rebote y los
desajustes en las ayudas (pocas veces llegaban a tiempo) dejaron el camino
libre a las alavesas que se hartaron de finalizar sus ataques en carrera. 10-23
de parcial visitante, mucha ventaja sin currar demasiado, sin estrés.
El espíritu de Iraurgi tocó fondo en el segundo
cuarto. Entraron en un colapso total: precipitación en el tiro, pérdidas
constantes en los pases, sin vocación defensiva, un desconcierto absoluto en
definitiva. Síntomas que dejan claro que ésta experiencia de Liga Vasca no está
siendo muy reconfortante, por el momento, para Iraurgi. Araba en modo diesel,
muy centradas en ejecutar bien la presión y poco más, la verdad es que tuvieron
un nivel de exigencia flojo y no necesitaron emplearse a fondo. Con el 6-18 de
parcial ya habían dejado el partido resuelto camino de los vestuarios (16-41).
Tras el descanso, Iragaz recurrió a una defensa
zonal para buscar un poco de equilibrio en el campo. Consiguió que las alavesas
dejaran de correr y mejoró sus prestaciones en el rebote, pero no fueron
capaces de frenar su acierto desde el perímetro. Araba convirtió cuatro triples
y le bastó para volver a llevarse la victoria en el cuarto por 11-12. Las de
Iraurgi seguían sin inquietar en ataque. Mejoraron la salida de presión pero
demostró pocos recursos ofensivos en el ataque estático, sus puntos fueron
fruto de un par de contraataques y esporádicas acciones individuales. Ofensivamente,
de juego colectivo poco, tirando a nada. Poca paciencia y demasiadas miradas al
marcador.
Hemos tenido que esperar hasta el último acto para
ver al mejor Iragaz. Tres buenas acciones ofensivas consecutivas le ha dado un
poco de aire y le ha permitido hacer un cuarto digno. Las de Iraurgi han
mejorado sus prestaciones en defensa y se han aprovechado de la relajación total
de sus rivales. Las jugadoras del Araba habían dado por bueno el trabajo de los
periodos anteriores y se han relajado, han dejado correr el tiempo, sin perder
la compostura pero dosificando esfuerzo. Iraurgi se lleva el parcial por 16-10.
Fue capaz de sumar cosas positivas en un partido malo de espíritu y malo de
juego y hay que quedarse con eso.
Liga Vasca es una competición dura para los equipos recién
llegados de provincial. Sus ritmos son totalmente diferentes y el nivel de
exigencia es muy alto. Iragaz está viviendo en sus carnes la dureza de esta
competición, pero debe darle la vuelta y disfrutar de un auténtico premio.
Porque jugar esta competición (aunque sea en A-2) es
un premio a un trabajo previo bien hecho, que no se nos olvide.
Muchos lo intentan y no llegan.
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