lunes, 12 de enero de 2015

LOS TIROS LIBRES

La mayoría de las pesadillas de cualquier entrenador siempre suelen pasar por el lanzamiento desde la línea de 4.60, el sábado vi un ejemplo claro de cómo se puede perder un partido desde esa distancia. Tabirako Vs Baskonia de L. Vasca cadete masculina se resolvió, desfavorablemente para los alaveses, en el periodo extra donde hicieron gala de unos dolorosos porcentajes desde el tiro libre. Baskonia sucumbió ante la garra de Tabirako que le echó muchos huevos y consiguió el ansiado premio de la victoria haciendo un baloncesto obrero, ese que no suelen ser vistoso pero si despierta pasión entre los frikis.

Los locales saltaron al campo con una intensidad brutal y se comieron a unos visitantes desubicados que no acertaban a situarse como el partido exigía. La intensidad defensiva de los azules obligó al cuerpo técnico de Baskonia a apretar a sus jugadores para que se enchufaran, para que se manifestaran en el campo con la misma (o parecida) intensidad. En el minuto cinco los visitantes consiguieron posicionarse bien en defensa y empezaron a dominar la pintura en ataque, Tabi perdía fuelle y rápidamente trató de parar el partido con un tiempo muerto, pero los de Durango habían perdido la iniciativa defensiva y no pudo evitar que sus rivales dominaran el marcador (11-16) y el timing del juego en todas sus facetas.

El segundo cuarto fue de claro color visitante. Tabirako se descontroló por completo y no fue capaz de funcionar como equipo ni en ataque ni en defensa. Baskonia se hizo con el control absoluto del juego y aprovechó la bajada de intensidad defensiva para dar un máster de buena circulación de balón en ataque. Consiguió llevar el balón hasta el tiro que más le convenía, además controló (de manera insultante) el rebote ofensivo y las segundas / terceras opciones que les proporcionaba este dominio. En el último minuto los locales consiguieron enlazar tres acciones consecutivas (triple sobre la bocina incluido) que les metía de nuevo en el partido y suavizaba (16-19) lo que podía haber sido un cuarto desastroso. La línea de 4.60 empezaba a ser el convidado de piedra baskonista.

Tras el descanso la defensa zonal impuesta por los locales frenaron de golpe el dominio ofensivo visitante, la circulación de balón fue lenta y sin llegar a desajustar la defensa azul. Tan sólo el control del rebote y el acierto desde el triple permitía a los alaveses seguir dominando el marcador. Tabi se fue haciendo grande en el campo, los jugadores sumaron confianza en ataque y las acciones individuales encontraban premio, el baloncesto vertical practicado descolocó a los rivales que nos obsequiaron con un recital de errores no forzados, las recuperaciones posibilitaron transiciones rápidas y la victoria por 18-13 en el tercer cuarto. Baskonia perdía concentración y los locales se metían de lleno en la lucha por el partido.

El último cuarto fue una oda a la locura ofensiva, ambos equipos se manifestaron con una precipitación desmedida y cayeron en una cantidad ingente de errores y pérdidas. Defensivamente se lanzaron a una hermosa batalla táctica, mientras los locales seguían apostando por la defensa zonal los visitantes confiaban en el hombre a hombre. Tabirako culminó su remontada a 24 segundos para el final y se puso +1 en el marcador. Baskonia desarrolló un buen ataque que le llevó a la línea de tiros libres, pero tan sólo acertó uno y puso la igualdad a 54 en el electrónico, el tiro forzado de los locales no encontró recompensa y al periodo extra. Paupérrimo 9-4 favorable a los visitantes.

El periodo extra fue una auténtica locura en todos los aspectos del juego, los dos equipos abandonaron la técnica y la táctica, dejaron que el corazón y la raza fueran las protagonistas de todas sus acciones. Los locales, más acostumbrados a este tipo de situaciones, se centraron en las aportaciones individuales y les salió bien. Baskonia se precipitó e hizo alarde de poca clarividencia ofensiva, con la consabida desesperación de su entrenador que no conseguía serenar a sus jugadores. A pesar de todo, los visitantes tuvieron la opción de empatar el partido en el último segundo, un rebote ofensivo (tras el enésimo tiro libre fallado) les dio la última opción que no supieron convertir. 8-6 favorable a los locales que se llevaron el partido por 62-60.

Un partido vibrante y repleto de corazón. Le tocó perder a  Baskonia, su indisciplina en momentos puntuales del partido y una serie funesta de lanzamientos desde el tiro libre fueron una losa en el marcador.

El primer partido del año y la verdad es que mereció la pena madrugar para acercarme a Durango.


Un buen comienzo de mañana que tendría continuidad después en el partido de los júniors.

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