UN PARTIDO DURO

La primera semifinal entre Easo y Loiola Indautxu (cadete masculino) fue dura, muy física y con la consigna de no hacer prisioneros. Los bizkainos plantearon un partido muy intenso (acorde con su físico), pero ya se sabe que los equipos de Easo no se suelen arrugar, así que también se fajaron con contundencia. Las faltas personales minaron más a los bilbaínos y acabaron derrotados por los donostiarras, que presentaron muchos más argumentos técnicos y tácticos. Easo es Easo y si le das vidilla pues ya se sabe.

El partido nos enganchó desde el salto inicial. Los dos equipos se lanzaron a una presión total y pusieron el listón de los contactos muy alto para el arbitraje, los trencillas no contaban con un comienzo tan explosivo y les pilló un poco el toro. Las salidas de presión fueron trabadas y se jugó con muchas pérdidas, la verticalidad ofensiva fue total y los dos equipos trataron de resolver rápido sus situaciones de ataque. La igualdad fue el denominador común de éste primer acto que se llevó Indautxu por 12-14.

En el segundo cuarto los dos equipos siguieron entregados al trabajo defensivo y se planteó una batalla épica por el control del rebote, estaba claro que el equipo que lo dominara podría tener mucho ganado. Easo acertó a cerrarlo mejor y eso le dio confianza en ataque, donde su juego disciplinado le permitió controlar el “timing” del juego. Los bizkainos siguieron apostando por resoluciones rápidas (sin grandes porcentajes de acierto) y dio la sensación de que el juego en estático no era su fuerte. 20-13 para Easo que marchaba camino de los vestuarios con el partido muy bien enfocado.

Tras el descanso los bilbaínos triplicaron su intensidad defensiva y gracias a ella se hicieron con el control absoluto del juego. En ataque se mostraron menos precipitados y apostaron por buscar su poderío interior con éxito. El elevado número de faltas podría ser un peligroso condicionante. Easo pinchó y se acojonó, la intensidad que sus rivales le estaban metiendo al partido les hizo perder el sitio y se hicieron muy pequeñitos en el campo. Un tiempo muerto en el tramo final del cuarto pareció devolverles a la vida y consiguieron empatar el partido a 42, 10-15 de parcial favorable para los bilbaínos.

Loiola  se reafirma en su agresividad defensiva y vuelve a tomar el mando del partido. Los donostiarras sufren un nuevo bajón, aunque esta vez es más físico que mental, pero tres buenas defensas (finalizadas en trap) les permiten conseguir unas recuperaciones importantísimas que saben resolver en superioridad. Easo vuelve a liderar el marcador (+1) a falta de cuatro minutos para el final, mientras sus rivales comienzan a perder unidades importantes por las faltas y el desgaste físico les pasa factura. Un Easo enchufadísimo gestionó a la perfección sus últimos ataques y se llevó una currada victoria (59-55), 17-13 de parcial.

Loiola apostó fuerte, como hay que hacer en un evento de este calibre, pero Easo no se arrugó y tiró de sus argumentos técnicos y tácticos para llevarse el lance.

Si a Easo no lo rematas……….., te gana.