UNA VICTORIA DE FE

Esta semana ha sido una de las más intensas y, quizás, la más relevante en lo que llevo de existencia. He tenido la suerte de vivir una de las experiencias más increíbles de mi vida. Un partido difícil y complicado. Ha sido una victoria de fe.

Tener un hijo es una aventura arriesgada en los tiempos que corren. Yo he sido uno de esos valientes que ha decidido dar ese paso.

En la madrugada del martes Xuban vio la luz. A las 04.00 de la mañana tuve el placer de coger en brazos por primera vez a mi primogénito.

Aunque sea un topicazo como una casa, el “milagro de la vida” es una experiencia difícil de explicar. Hay que vivirlo para saber lo que realmente se siente. Tan sólo puedo decir que es alucinante.

Así que entenderéis el motivo de mi larga ausencia. Recoger las múltiples babas que voy desparramando por mi casa y ocuparme del bienestar de la criatura han sido mis prioridades.

Es lo que toca.