El sábado por la tarde concluí mi día de basket
viendo el partido entre el Tolosa (EBA) y el Iraurgi (ADECCO PLATA), partido
que no me sorprendería en el resultado final pero que si me permitiría ver en
acción dos proyectos deportivos completamente diferentes. Tolosa ha dado el
paso a EBA después de una decena de años trabajando desde abajo y con una estructura
más que consolidada. Iraurgi afronta una nueva temporada en PLATA, con la
ilusión de dar continuidad al trabajo de años anteriores, aunque con un
espíritu mucho más modesto económicamente que en anteriores experiencias.
La emoción por el resultado tan sólo duró un cuarto,
puesto que los tolosarras sólo fueron capaces de mantener el ritmo impuesto por
Iraurgi durante el primer cuarto. Los azpeitiarras saltaron al campo con muchas
ganas de dar continuidad al buen partido jugado el viernes ante el Palencia de
la ADECCO ORO, plantearon una defensa muy agresiva y mostraron una enorme
facilidad para anotar en ataque. Facilidad que quedó patente con el 28-51 en el
marcador con el que se llegó al descanso.
No pude presenciar muchos encuentros la temporada
pasada, pero tengo la sensación de que este equipo (más algún refuerzo que está
por llegar) va a conectar más con el público que el de la pasada campaña. Un
espíritu humilde y muchas ganas de trabajar serán los argumentos que van a
enganchar al público de Iraurgi, un compendio de jugadores que tienen una
grandísima oportunidad de hacerse camino en este deporte, con una carga
importante de jugadores locales aportando su presencia tanto en entrenamientos
como en partidos. Espero seguir su evolución más veces que la temporada pasada,
me parece que no me van a aburrir.
El Take también me transmitió muy buenas
sensaciones, les vi con las cosas bastante claras y en una buena línea
competitiva. Un equipo muy joven, con gente de casa por la que se apuesta
deportivamente y con el complemento perfecto de (dos veteranos curtidos en mil
batallas) Goar y Kaiet, jugadores a los que he visto toda mi vida en las
canchas y que se resisten a colgar las botas, dos auténticos históricos de la
Primera Nacional vasca. Un lujo para sus compañeros tenerles a su lado y una
fuente inagotable de estímulos competitivos increíble.
Me consta que la experiencia en EBA es un reto
apasionante para Tolosa/club y para Tolosa/pueblo, una aventura que hay que
apoyar a muerte porque sin ese apoyo se puede convertir en una pesadilla. Creo
que el equipo tiene mimbres suficientes para no pasar apuros en la nueva
categoría y hacer un buen papel en su debut. Además con una plantilla de casa, algo
no muy habitual en la mayoría de equipos de EBA. Tengo in mente visitarles más de una vez esta temporada.
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