Llevo dos días sin seguir mucho el mundial, así que
cuando he bajado a tomar el café debajo de casa me he tirado al BOE (alias
Marca) para informarme un poco, Ángel (el dueño del bar) es el único periódico
deportivo que compra, así que no he podido resistirme y lo he ojeado. Picores,
enrojecimiento de ojos y demás efectos secundarios aparte he podido leer una
reseña que me ha hecho sonreír, aunque no se lo crean.
Resulta que un iluminado del PP (otro más), un tal Joaquín
Ramírez, Presidente de la Comisión de Justicia del Senado (que vete a
saber para qué sirve) se ha percatado de que el emblema del mundial luce los
colores de la bandera republicana. Además, ni corto ni perezoso, ha colgado una
foto del logo en el Twitter haciendo
mención al respecto. Dichosa República……, que guerra les da a los de la derecha
española.
Ver algo así en un evento como éste no deja de ser
curioso, máxime cuando lo que se pretende con él es dar una imagen de país
volcado con el deporte y amante de sus colores. Desde luego no creo que el
comité organizador haya tenido la más mínima intención de generar un conflicto,
no me cuadra ni les veo con ganas de polemizar al respecto la verdad. Las
gradas de Granada están repletas de banderas, banderitas, banderines,
camisetas,………., todas ellas con los colores nacionales y parece que eso ha
pasado desapercibido para el señor Joaquín.
Tengo claro que el señor Joaquín es un fumbolero de pro, porque si con el
espectáculo que dio ayer la selección en el campo, barriendo a Brasil de una
manera avasalladora, el tío sólo se fijó en el logo y la disposición de sus
colores. Yo personalmente, los dos cuartos que pude ver, no tuve ojos para nada
más que no fuera el juego. Pero bueno, tampoco me extraña que estas cosas pasen
en éste país de toros y sevillanas. El partido que nos gobierna está por la
labor de ver fantasmas detrás de cada árbol y eso que tienen la mayoría
absoluta.
La piel de toro es un país peculiar donde los haya,
sus gentes son peculiares, sus dirigentes son peculiares, todo es peculiar.
Organizan el mayor evento baloncestístico del mundo y hubiera sido el país que
menos minutos de él emite, si no llega a ser por el cabreo mundial que hemos
tenido todos los aficionados. Las redes sociales han hecho nuevamente un gran
trabajo al difundirlo y, gracias a ellas, la FEB se ha mojado y ha aumentado el
número de emisiones, aunque sean por internet.
Nuevamente queda claro que este evento tiene un afán
claramente recaudatorio, está organizado y dispuesto para que un montón de
seguidores, de otros países, nos visiten y nos dejen euros en la caja. Se ha vendido
espectáculo y también sol, buen tiempo, buena comida………, y además se ha hecho
de puta madre. Las elecciones de las sedes han sido perfectamente estudiadas
buscando los mejores enclaves turísticos.
Me parece bien y estoy de acuerdo con explotarlo económicamente
al máximo, pero me parece lamentable que, los que no nos podemos gastar la
pasta en entradas o abonos, estemos condenados a saber la evolución del
campeonato a través de internet o de las redes sociales. Máxime cuando el medio
de comunicación que tiene en su poder los derechos dispone de unos cuantos
canales que sólo emiten programas ya vistos y repetidos hasta la saciedad.
FIBA |
Pero no dejemos que la maleza nos impida ver lo
realmente importante. Lo importante es que el combinado nacional avanza firme
hacia las medallas.
Que no decaiga.
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