Ayer presencié las dos semifinales de la ACB. Interesantes ambas, pero me moló más la que disputaron el Real Madrid y el Bizkaia Bilbao Basket. La primera siguió el nefasto guión que, Baskonia, se empeña en poner en práctica en sus últimos compromisos de relevancia. Los dos primeros cuartos sensacionales, un tercer cuarto sin ningún tipo de fe en el trabajo y el último para maquillar la derrota.
El Barcelona no me dio la sensación de andar muy sobrado. Los del Caja Laboral dejaron al aire muchas de sus “vergüenzas” en la primera mitad del partido. La más destacable el poco espíritu defensivo de sus exteriores que pinchaban una y otra vez en los bloqueos y pasaron de ayudar en la pintura. Tras el descanso se enchufaron y con un porcentaje anotador espectacular rompieron definitivamente el encuentro en el tercer cuarto. Cuando entran en “trance” son un rodillo y no hay manera de pararlos. Lorbek, Ndong y Navarro hicieron un partidazo. El último cuarto fue para la galería.
Caja Laboral llevó muy preparado el partido (como le gusta a Dusko) y dominó claramente la primera mitad. El trabajo defensivo fue muy bueno y en ataque supieron leer muy bien las ventajas en los bloqueos. A pesar de la calidad (y cantidad) de los interiores del Barça, Mirza y Barac fueron los dueños de la pintura, hasta que Ndong saltó a la pista. Huertas llevó muy bien el “timing” del partido y volvió locos a Rubio y Sada, que tampoco estaban por la labor de currar mucho. Pero tras el descanso se les acabó la gasolina y………la fe en sus posibilidades. Volvió a retomar malas costumbres y se fue del partido. El excelente trabajo defensivo de la primera mitad se desvaneció y……¡¡AL PILÓN!!
El segundo partido fue una agradable sorpresa. Los Madrileños tuvieron que tirar de un soberbio Llul (algún día le dedicaré un artículo al colega) para doblegar el pundonor visitante.
El Madrid me deja frio, la verdad sea dicha. No transmite poderío, más bien todo lo contrario. Ayer se mostraron acertados en los momentos importantes y poco más. Sergio Llul se encargó de marcar la diferencia y lideró a los merengues hacia la victoria. Para sus seguidores será suficiente ganar pero, para un servidor, creo que hay que demostrar más intensidad y ganas a estas alturas de la temporada. Si su objetivo es ganar el título hay que demostrar mucha más contundencia. Pero como tienen tantísima calidad, pues a nada que sus jugadores estén acertados…. te hacen un hijo.
Sin embargo los bilbaínos me transmitieron muy buenas vibraciones. Su generoso esfuerzo defensivo es digno de elogio. La intensidad que demuestran en cada partido (al límite de la legalidad) es reconfortante para los que nos gusta esa faceta del juego. Además, en ataque, llevaron perfectamente estudiado a su rival y se cansaron de hacerles daño en el juego sin balón. Los ciegos y las puertas atrás fueron determinantes para que estuvieran vivos hasta el final del encuentro. Un poco más de acierto desde la línea de tres les hubiera posibilitado más opciones de victoria, pero ayer no estuvieron finos.
Sin duda son un soplo de aire fresco en las semifinales y ojalá sean capaces de mantener esa fortaleza mental. Nos pueden alegrar la semana a los que todavía creemos en las gestas, los que soñamos con una sorpresa que nos saque de la rutina en la que llevamos unos cuantos años.
Mañana segunda entrega.
Me gustaría que el Baskonia recuperase su espíritu.
Me gustaría que el Madrid se quedase fuera de la final.
No me gustaría un 3-0 en ambas semifinales.
No me gustaría volver a ver huecos libres en las gradas de ambos pabellones.
El Barcelona no me dio la sensación de andar muy sobrado. Los del Caja Laboral dejaron al aire muchas de sus “vergüenzas” en la primera mitad del partido. La más destacable el poco espíritu defensivo de sus exteriores que pinchaban una y otra vez en los bloqueos y pasaron de ayudar en la pintura. Tras el descanso se enchufaron y con un porcentaje anotador espectacular rompieron definitivamente el encuentro en el tercer cuarto. Cuando entran en “trance” son un rodillo y no hay manera de pararlos. Lorbek, Ndong y Navarro hicieron un partidazo. El último cuarto fue para la galería.
Caja Laboral llevó muy preparado el partido (como le gusta a Dusko) y dominó claramente la primera mitad. El trabajo defensivo fue muy bueno y en ataque supieron leer muy bien las ventajas en los bloqueos. A pesar de la calidad (y cantidad) de los interiores del Barça, Mirza y Barac fueron los dueños de la pintura, hasta que Ndong saltó a la pista. Huertas llevó muy bien el “timing” del partido y volvió locos a Rubio y Sada, que tampoco estaban por la labor de currar mucho. Pero tras el descanso se les acabó la gasolina y………la fe en sus posibilidades. Volvió a retomar malas costumbres y se fue del partido. El excelente trabajo defensivo de la primera mitad se desvaneció y……¡¡AL PILÓN!!
El segundo partido fue una agradable sorpresa. Los Madrileños tuvieron que tirar de un soberbio Llul (algún día le dedicaré un artículo al colega) para doblegar el pundonor visitante.
El Madrid me deja frio, la verdad sea dicha. No transmite poderío, más bien todo lo contrario. Ayer se mostraron acertados en los momentos importantes y poco más. Sergio Llul se encargó de marcar la diferencia y lideró a los merengues hacia la victoria. Para sus seguidores será suficiente ganar pero, para un servidor, creo que hay que demostrar más intensidad y ganas a estas alturas de la temporada. Si su objetivo es ganar el título hay que demostrar mucha más contundencia. Pero como tienen tantísima calidad, pues a nada que sus jugadores estén acertados…. te hacen un hijo.
Sin embargo los bilbaínos me transmitieron muy buenas vibraciones. Su generoso esfuerzo defensivo es digno de elogio. La intensidad que demuestran en cada partido (al límite de la legalidad) es reconfortante para los que nos gusta esa faceta del juego. Además, en ataque, llevaron perfectamente estudiado a su rival y se cansaron de hacerles daño en el juego sin balón. Los ciegos y las puertas atrás fueron determinantes para que estuvieran vivos hasta el final del encuentro. Un poco más de acierto desde la línea de tres les hubiera posibilitado más opciones de victoria, pero ayer no estuvieron finos.
Sin duda son un soplo de aire fresco en las semifinales y ojalá sean capaces de mantener esa fortaleza mental. Nos pueden alegrar la semana a los que todavía creemos en las gestas, los que soñamos con una sorpresa que nos saque de la rutina en la que llevamos unos cuantos años.
Mañana segunda entrega.
Me gustaría que el Baskonia recuperase su espíritu.
Me gustaría que el Madrid se quedase fuera de la final.
No me gustaría un 3-0 en ambas semifinales.
No me gustaría volver a ver huecos libres en las gradas de ambos pabellones.
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