lunes, 26 de septiembre de 2016

Flojos

Tras un intenso fin de semana con los chiquillos, el domingo por la tarde me pasé por Iturripe para presenciar el encuentro de la Euskal Kopa Eba entre el Ointxe y el Tolosa.  La verdad es que tenía ganas de verles y hacerme una pequeña idea de cómo van a comenzar su competición. Los locales llegaban con una victoria sobre Zarautz, conseguida a domicilio, mientras que Tolosa afrontaba la última jornada con el casillero de victorias a cero, al final Tolosa consiguió estrenarlo.

Los visitantes estuvieron mucho más certeros y rápidamente adquirieron ventaja en el electrónico, los arrasatearras acusaron muchísimo las bajas en la pintura y sufrieron muchísimo para frenar el juego interior visitante. Las ausencias de Beñat, Ivan, Ander y la marcha de Iker Barbero a tierras mediterráneas dejaban claramente en inferioridad al juego interior del Ointxe, eso  le pasó factura durante todo el partido. Los de Larreategi buscaron en el perímetro un poco de oxígeno, pero ayer no fue su día y vieron como al descanso la desventaja ya alcanzaba los -9, lo más preocupante eran los pobres 18 puntos anotados en los 20 primeros minutos (18-27)

Tras el descanso el trabajo defensivo local fue bastante bueno, pero le faltó concentración en la faceta reboteadora y Tolosa aprovechó los “regalos” para ampliar la diferencia en el marcador, sobre todo en el último cuarto cuando el Ointxe se vino abajo físicamente. A pesar de haber mejorado el trabajo defensivo en el 1x1 y trabajar con más fe en el rebote, los de Larreategi no consiguieron recompensa en ataque, Tolosa se marchaba definitivamente en el marcador y conseguía sumar una victoria muy importante, sobre todo anímicamente, 47-65 el resultado final.

Vi a los dos equipos realmente verdes y con bastantes urgencias. La liga comienza en apenas 15 días y tienen muchísimo curro por delante si quieren estar en unas condiciones aceptables cuando se dé el pistoletazo de salida.

Tolosa ha sufrido la pérdida de jugadores con mucho peso específico, pero la plantilla que ha conformado tiene una larga hoja de ruta por delante. Está claro que van a sufrir mucho y que necesitarán todo el apoyo de su afición para hacerse fuertes en su campo, pero han demostrado valentía al continuar en EBA y sin hacer incorporaciones reseñables. Yon González tiene una papeleta realmente difícil, pero afronta con ilusiones renovadas el nuevo reto. Conseguir asegurar el mayor número de partidos en casa se me antoja clave para no pasar demasiados apuros en el tramo final de la liga.

El Ointxe de Larreategi tiene una necesidad imperiosa de recuperar lesionados, sin kilos en la pintura le va a resultar complicado estar a la altura de la competición. Cuando vacíe la enfermería será otra cosa y, con toda probabilidad el equipo alcanzará la zona tranquila de la tabla. Es justo reconocer que el volumen de jugadores de cantera con posibilidades de estar a buen nivel en la liga es amplio, tan sólo la falta de experiencia puede ser un lastre y en ello tienen que trabajar con intensidad los de la villa cerrajera.

Personalmente me fui muy satisfecho de Iturripe, jugadores por los que en su día aposté como director técnico del club (para liderar un proyecto en el "pozo" de la 1ª Nacional) son los que tiran del carro. Siempre es reconfortante ver que a veces, “equivocarse” es bueno.


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