Tras un intenso fin de semana con los chiquillos, el
domingo por la tarde me pasé por Iturripe para presenciar el encuentro de la
Euskal Kopa Eba entre el Ointxe y el Tolosa.
La verdad es que tenía ganas de verles y hacerme una pequeña idea de
cómo van a comenzar su competición. Los locales llegaban con una victoria sobre
Zarautz, conseguida a domicilio, mientras que Tolosa afrontaba la última
jornada con el casillero de victorias a cero, al final Tolosa consiguió
estrenarlo.
Los visitantes estuvieron mucho más certeros y
rápidamente adquirieron ventaja en el electrónico, los arrasatearras acusaron
muchísimo las bajas en la pintura y sufrieron muchísimo para frenar el juego
interior visitante. Las ausencias de Beñat, Ivan, Ander y la marcha de Iker
Barbero a tierras mediterráneas dejaban claramente en inferioridad al juego
interior del Ointxe, eso le pasó factura
durante todo el partido. Los de Larreategi buscaron en el perímetro un poco de
oxígeno, pero ayer no fue su día y vieron como al descanso la desventaja ya
alcanzaba los -9, lo más preocupante eran los pobres 18 puntos anotados en los
20 primeros minutos (18-27)
Tras el descanso el trabajo defensivo local fue
bastante bueno, pero le faltó concentración en la faceta reboteadora y Tolosa
aprovechó los “regalos” para ampliar
la diferencia en el marcador, sobre todo en el último cuarto cuando el Ointxe
se vino abajo físicamente. A pesar de haber mejorado el trabajo defensivo en el
1x1 y trabajar con más fe en el rebote, los de Larreategi no consiguieron
recompensa en ataque, Tolosa se marchaba definitivamente en el marcador y
conseguía sumar una victoria muy importante, sobre todo anímicamente, 47-65 el
resultado final.
Vi a los dos equipos realmente verdes y con
bastantes urgencias. La liga comienza en apenas 15 días y tienen muchísimo
curro por delante si quieren estar en unas condiciones aceptables cuando se dé
el pistoletazo de salida.
Tolosa ha sufrido la pérdida de jugadores con mucho
peso específico, pero la plantilla que ha conformado tiene una larga hoja de
ruta por delante. Está claro que van a sufrir mucho y que necesitarán todo el
apoyo de su afición para hacerse fuertes en su campo, pero han demostrado
valentía al continuar en EBA y sin hacer incorporaciones reseñables. Yon
González tiene una papeleta realmente difícil, pero afronta con ilusiones
renovadas el nuevo reto. Conseguir asegurar el mayor número de partidos en casa
se me antoja clave para no pasar demasiados apuros en el tramo final de la
liga.
El Ointxe de Larreategi tiene una necesidad
imperiosa de recuperar lesionados, sin kilos en la pintura le va a resultar
complicado estar a la altura de la competición. Cuando vacíe la enfermería será
otra cosa y, con toda probabilidad el equipo alcanzará la zona tranquila de la tabla.
Es justo reconocer que el volumen de jugadores de cantera con posibilidades de
estar a buen nivel en la liga es amplio, tan sólo la falta de experiencia puede
ser un lastre y en ello tienen que trabajar con intensidad los de la villa
cerrajera.
Personalmente me fui muy satisfecho de Iturripe,
jugadores por los que en su día aposté como director técnico del club (para liderar un proyecto en el "pozo" de la 1ª Nacional) son los
que tiran del carro. Siempre es reconfortante ver que a veces, “equivocarse” es bueno.
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