El sábado, presa de la ansiedad por hacer fotos de
basket, me lancé a la aventura de presenciar un amistoso en Eskoriatza. El
cadete local se enfrentaba al Liga Vasca del Araski, partido desigual a priori,
pero me auto convencí de que era un buen comienzo. La verdad es que
deportivamente no me fui muy fortalecido, pero al menos había relajado mi mono
de fotos.
Las locales no estuvieron mal para ser su primer
partido y con muy pocas horas de entrenamiento acumuladas. Fueron muy inferiores
en calidad pero demostraron mucho pundonor y muchas ganas de crecer. Van a
jugar la competición provincial y pueden estar en la zona alta de la
clasificación, será un equipo muy sólido en casa. Una gran virtud tienen:
ninguna destaca sobremanera, algo poco habitual en estas categorías,
Araski me transmitió muy buen rollo, pero
deportivamente tienen un largo recorrido que andar. Buenos fundamentos y buen
espíritu de trabajo, pero le falta continuidad, algo que puede pasarle factura
en Liga Vasca. Tiene ante sí una campaña dura y tendrán que apretar si quieren
estar entre las cinco primeras. Un par de jugadoras notables y dos más con
buenas perspectivas de futuro.
Las fotos…., una mierda: descolocado, sin pillar el
juego, más pendiente de la grada que de lo que pasaba en el campo……, lo que
viene a llamarse un desastre del copón. Después de más de dos meses en las que
solamente he hecho fotos a mis hijos me he quedado sin chispa. A pesar de los
pesares he salvado unas cuantas de la quema y podéis encontrar el enlace en la
galería de fotos.
Me tengo que poner las pilas así que me estoy
diseñando una pretemporada que te cagas, que tiene que servirme para ponerme en
forma y estar al 100%. Esta temporada hay mucho baloncesto que saborear.
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