En mi largo peregrinar por este mundo del basket me
he encontrado de todo, gente estupenda, gente “rara”, frikis, gente normal y luego otro tipo (que por desgracia
son l@s menos)….., gente excepcional. Después de muchos años, la vida me ha
permitido reencontrarme con una de esas personas excepcionales, la profesora de
mi hija se llama Itxasne Barrena y en su juventud tuvo la enorme” desgracia” de toparse conmigo.
Conseguí que se sumara a un proyecto femenino
ilusionante que estaba dando sus primeros pasos en Arrasate. Fruto de una
fusión, necesaria y enriquecedora, el basket femenino del Arrasate
Saski-Baloi aunaba fuerzas para crecer
dentro del baloncesto gipuzkoano. Con una plaza en aquella histórica Segunda
Femenina (no tiene nada que ver con la de ahora) el primer equipo que yo
dirigiría se hacía con una de las jugadoras más prometedoras de la comarca de
aquella época. Nuestra trayectoria deportiva en común duró poco pero a lo largo
de ella se estableció un gran lazo de unión con muchas de aquellas valientes
que todavía perdura.
Perdimos el vínculo directo durante muchos años, la
vida te condiciona a ello muchas veces, pero esporádicamente coincidíamos de
marcha los sábados por la noche y nos poníamos un poco al día. A ella la vida
le examinó con dureza y le tocó pasar por unos problemas de salud que nos
impactaron, aunque no albergamos ninguna duda de que aprobaría ese examen como
así lo hizo. A veces (pocas) la vida premia a la gente luchadora y ella se
llevó el oro en su lucha.
Años después he tenido la enorme suerte de
reencontrarme con ella, encima como profesora de mi hija. La presencia de
valores en estos primeros años de educación son fundamentales, al menos para mí,
así que una enorme tranquilidad invadió mi cuerpo…., mi hija tendría como
referencia a una excelente profesional y además a una persona excepcional. La
verdad es que han sido dos años maravillosos para mi rubia, su nivel de
conexión y de empatía con Itxasne han sido brutales.
Hoy he acudido a dar un “Máster” de baloncesto a su clase, llevaba tiempo detrás de mí para
que lo hiciera y la verdad es que ha sido un auténtico placer. Un puñado de
balones, un montón de ropa gigantesca y unas cuantas fotos en las que también
salía ella en sus tiempos de ala-pívot del Arrasate Saski-Baloi, no se necesita
más para hacer felices a una quincena de niñ@s.
Me lo he pasado bien y creo que ell@s también se lo
han pasado bien. Pero sobre todo se lo ha pasado bien Itxasne….., una persona
excepcional!!!!!
Gracias por ser un soplo de aire fresco en esta
mierda de sociedad.
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