lunes, 20 de febrero de 2017

Araba pone contra las cuerdas a Gernika

Apasionante el segundo partido que presencié en Divino Maestro (58-59) entre el Araba y el Gernika de Liga Vasca Cadete Femenina, no tanto por el juego (que no fue extraordinario) pero si por la incertidumbre del marcador. Un par de malas decisiones ofensivas condenaron a las locales a una derrota que no merecieron. Las bizkainas solamente se esforzaron al máximo en el último cuarto donde hicieron valer su enorme calidad para no tropezar. El resto del partido lo dejaron correr sin aplicarse demasiado ni en defensa ni en ataque.

Hoy no voy a detallar el partido, me apetece más hablar de las locales y la evolución positiva que llevan desde que comenzó la temporada. La verdad es que fue la casualidad la que me animó por primera vez a acudir a verlas, una configuración de esas extrañas que suelo hacer de mi jornada de basket particular. No albergaba grandes esperanzas de un basket exquisito, se que Ibón se va a enfadar cuando lo lea, y la verdad es que no lo tuve.

Sin embargo me engancharon. A pesar de estar verdes me demostraron que tenían una cosa vital e importantísima para esto del basket: GANAS DE CRECER. Además su entrenador, con el que no había tenido ningún tipo de relación, me pareció un tío competente y que creía muchísimo en su estilo de juego y sobre todo en TODAS SUS JUGADORAS, algo que tampoco suele ser muy habitual. Por si no hubiera tenido suficiente, la hija de un colega de Arrasate juega en ese equipo, una persona con la que viví cosas muy bonitas en una etapa pasada de mi vida. Un buen caldo de cultivo para seguir visitándolas.

Es un equipo muy joven y con mucho camino por recorrer, de hecho su plenitud en la categoría debería ser la próxima temporada, en su segundo año de cadetes. Sin embargo me ha sorprendido gratamente que colarse en la lucha por el título les ha dado un plus de motivación a la hora de competir y en Divino están dando la cara en la mayoría de los partidos, fuera de casa ya sabemos todos que es otro cantar. No están cosechando las victorias que de verdad se merecen y van a estar condenadas a luchar por no ser las últimas, pero eso es algo que su entrenador ya tenía muy claro y que a mí me importa más bien poco.

Disfruto mucho viéndolas y no me cuesta organizarme (me lo paso bien y me transmiten muchísimo buen rollo) para visitarlas con relativa asiduidad. Además estoy invirtiendo en futuro, porque tengo claro que si los astros no se alinean de manera negativa la próxima temporada será un equipo a tener muy en cuenta. 

El club Araba siempre ha gozado de mi aprecio. A lo largo de mi vida deportiva siempre he desarrollado mucha empatía con la gente que ha dirigido a sus equipos y con l@s directiv@s, algo que no suele ser habitual cuando eres árbitro. En Vitoria fue un referente del basket femenino durante muchos años y, en gran parte, es un poco responsable del prestigio que disfruta en la actualidad. No hay que olvidar que la PRESI (con mayúsculas) de Araski formó parte de su estructura en sus categorías formativas, como Livia un montón más de grandísimas jugadoras. Un club que ahora le toca estar en la “trastienda” del basket, pero que sigue firme potenciando y trabajando por el basket femenino.


Amigo Luismi….., yo creo que Araba se ha hecho acreedor de un merecido reconocimiento por parte de la Federación. Yo te lo dejo caer……..







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