Un paso más hacia la F4

Tabirako y Deusto Loiola comenzaban el sábado la segunda vuelta, ambos con un objetivo claro en su hoja de ruta: un puesto en la F4. La victoria para los bilbaínos suponía apretar la clasificación y con esa idea firme llegaron a Durango, pero los locales supieron pelear e hicieron valer el factor campo para dormir en la cuarta posición (65-63). El final fue de infarto y los dos equipos se mantuvieron fuertes, pero la suerte se alió con los chicos del Tabi que estuvieron mucho más acertados en los tiros libres. Partido muy interesante en lo deportivo, además hay que hacer mención a la excelente actuación arbitral, estuvieron muy metidos y acertaron prácticamente en todas las decisiones importantes.

Los dos equipos hicieron un grandísimo esfuerzo en tareas defensivas desde el salto inicial, ambos tenían claro que la victoria pasaría por hacerlo muy bien y muy intenso atrás. Deusto comenzó imponiendo su poderío físico en la pintura y anulando al juego exterior local, sin embargo no fue capaz de rentabilizar con puntos en ataque su enorme trabajo atrás. Gran culpa de su poca efectividad la tuvo la disciplina y dureza defensiva de Tabirako que también salió muy mentalizado en esa faceta del juego. Los de Durango tuvieron claro en todo momento que la única manera de paliar su mala definición en ataque sería el trabajo atrás. Apenas pudo correr, el balance de los bilbaínos fue bueno, y para su estilo de juego es fundamental hacerlo. 12-13 de parcial para los visitantes.

El segundo cuarto mantuvo la misma dinámica del primero hasta el minuto ocho. Las defensas siguieron siendo intensas y ordenadas, quizás Tabi se mostró mucho más agresivo en el 1x1 con balón. Ofensivamente correr fue la primera opción para ambos, aunque los balances defensivos redujeron esa posibilidad del juego en carrera a la mínima expresión. Los visitantes vivieron su momento del partido en los dos últimos minutos, consiguieron aprovecharse de un pequeño bajón de sus rivales y se hicieron con el control absoluto del juego. Dos bolas recuperadas en defensa + 5 puntos consecutivos (23-29) obligó a De Castro a parar el partido con un tiempo muerto. Los locales se rehicieron y el partido se volvió a igualar, pero su poca eficacia en ataque les condenó a una nueva derrota en el parcial (15-21) y llegar al descanso con -7 (27-34).

Tras el descanso la concentración defensiva de los visitantes se disipó y las ayudas no fueron tan eficientes como en la primera parte del encuentro. De Castro consiguió encontrar su mejor quinteto en pista y estuvo muy acertado en las rotaciones, la intensidad defensiva de sus chicos fue brutal. En ataque encontraron franco el camino al aro rival y consiguieron empatar el marcador a 38 en el ecuador de este periodo. Urresti por el contrario no estuvo fino y tardó mucho tiempo en poner en pista a Ortiz de Zárate y a Fernández, su retorno supuso el renacer ofensivo de los bilbaínos. Sin embargo en defensa no consiguieron conectar y eso dio alas a Tabi que se hacía cada vez más grande/peligroso en el campo. Una canasta sobre la bocina permitió a Deusto empatar a 47, pero el parcial fue para los de Durango por 20-13.

La generosidad defensiva de los visitantes fue bien recibida y Tabi castigó con un parcial de 9-2 en los primeros minutos del último acto. Pareció que el partido se decantaba definitivamente para los de casa, pero Deusto recuperó el equilibrio en el campo y frenó en seco la progresión ofensiva de sus rivales. Poco a poco fue recortando la desventaja y Esteban empató el partido (con dos tiros libres) a 62 a dos minutos para el final, precisamente fueron los tiros libres los que decidieron el resultado definitivo. Los últimos ataques fueron pausados buscando el límite de la posesión, las faltas comenzaron a caer a partes iguales para cada equipo y hasta en seis ocasiones pasaron por la línea de tiros libres. Los locales hicieron 3/6 mientras que los visitantes se quedaron en 1/6. 18-16 de parcial para Tabi.

Un poco decepcionado con Deusto, me dio la sensación de tener muchos más recursos técnicos y tácticos que sus rivales, pero no fueron capaces de mantener la intensidad defensiva cuando más lo necesitaban.

Encantado con Tabirako y con ese espíritu guerrero que les caracteriza. Consiguieron llevar el partido a donde ellos querían y además lo supieron rematar. El baloncesto de Durango siempre me reporta buen rollo y el sábado fue por partida doble.