Me apetecía visitar Ordizia y el sábado me pasé por
allí para ver al segundo mejor equipo de la primera masculina. Me habían
comentado que el basket que están haciendo los chicos de Mendiluce era
sencillo, alegre, divertido y, por supuesto, anárquico. La verdad es que en
parte tengo que dar la razón a esos “sabios” que me habían transmitido la información,
pero no la comparto al 100%. Efectivamente vi un basket sencillo, alegre y
anárquico, pero también vi grandes dosis de corazón y mucho “basket de calle”.
Vencieron a Deusto por un corto 76-69, aunque fueron
ellos mismos los que se complicaron la vida, se empeñaron en seguir arriesgando hasta el último minuto. Posiblemente tiraron 20
veces más que sus rivales, tanta exuberancia ofensiva te hace ganar de 30 o
pasarlas canutas si no la metes, el sábado les tocó apretar el culo porque sus
porcentajes no fueron buenos. Loiola Indautxu hizo gala de un gran acierto desde
el triple en la primera mitad, pero cuando dejaron de entrar no fueron capaces
de mantener el ritmo frenético de los locales. Los bizkainos me parecen un
grandísimo grupo de jugadores pero el sacrificio colectivo no es uno de sus
fuertes. Personalmente tenía claro que Ordizia se adjudicaría la victoria, como
así fue.
Meter 76.3 puntos de media por partido no está al
alcance de la mayoría de los equipos que participan en esta categoría. El
fuerte de los ordiziarras es el juego en carrera y cuando empiezan no saben
parar. No necesitan salidas organizadas llevando el balón por el centro, no
buscan cargar un lado para circular rápido y acabar en el otro, los pívots no
van por las calles centrales (van por donde pueden o por donde les da la gana)…,
el purismo no es uno de sus fuertes. En ese equipo el que tiene el balón corre
y si puede terminarla la termina, los demás van por detrás y si el que corre se
la da pues guay.
En estático tienen pocas cosas, eso sí, las tienen
muy claras y trabajadas. La sensación que dan cuando cualquier jugador tiene el
balón en sus manos es que la va a meter. Partiendo de este supuesto, la
concentración que deben de tener los defensores es máxima lo que genera un
desgaste mental muy importante. Rentabilizan el “dentro/fuera + triple o
penetración” de una manera magistral y la velocidad con la que lo hacen es
impresionante, si tenemos en cuenta el poco espíritu defensivo de la categoría
pues es una opción muy productiva. Además ninguno tiene problemas en echar el
balón al suelo y penetrar desde cualquier posición, lo hacen con mucha energía
y convicción.
Mendiluce les deja hacer en ataque. Permite que el
espíritu y el talento de cada jugador fluyan espontáneamente. Fomenta el libre albedrio controlado y es un método
que encaja a la perfección con el perfil de su equipo. Evidentemente es un
método que tiene que tener como aliado el espíritu de trabajo atrás y sobre
todo la constancia. Quizás en la faceta defensiva es donde tienen un “debe”
importante, no porque no defiendan si no porque su concentración falla y no les
permite 24 segundos de actitud defensiva. Lógicamente cuando recibes 66.2
puntos de media te impide ser contundente en los resultados.
Me encanta como interpretan el baloncesto en ese
pueblo del Goierri. Me enamora que se prime el juego de calle sobre ese encorsetado juego colectivo que la mayoría
de los entrenadores nos empeñamos en imponer. Me cautiva que el segundo
clasificado lleve la creatividad como seña de identidad y además demuestren una
ambición desmesurada.
Soy un enamorado de la locura, que le voy a hacer.
El desbordante talento ofensivo, la raza y la
juventud son virtudes enormes que les hacen ser ganadores. Son un equipo de
pueblo, de un pueblo donde el baloncesto siempre ha tenido un arraigo importante,
eso es algo que se les nota. Son los herederos de unas generaciones que se
partieron la cara por el basket cuando se jugaba con piedras, cuando era tan
rocoso que los geólogos acudían a los pabellones a por muestras.
Soy un enamorado del basket con corazón, que le voy
a hacer.
Disfrute mucho el sábado, me lo pasé muy bien
viéndoles y tengo la firme intención de repetir. Voy a hacer lo posible por
estar en la F4 que van a organizar, me apetece disfrutar del ambientazo que se
va a vivir allí ese fin de semana.