Vaya
por delante todo mi respeto para tod@s l@s que trabajan y juegan en la Primera
Femenina, pero hay una cosa evidente para mí: esta categoría está prácticamente
muerta deportivamente. Lejos quedan aquellos años en los que el talento el
espíritu de lucha, la rivalidad...., hacían de esta categoría un apetitoso
manjar. Quizás soy yo que he elegido mal los partidos, pero desde luego los que
he podido presenciar esta temporada me han acabado aburriendo como una ostra.
Tuve la
enorme suerte de estar dos temporadas en esa categoría y al frente de un gran
equipo lleno de talento, con unas ganas enormes de demostrar que podían ser el
mejor equipo de la categoría. La primera temporada acabamos en la octava
posición, a pesar de entrar en los últimos cinco partidos con opciones de fase
de ascenso, pinchamos por culpa de una mala planificación. Recordando aquella
primera temporada, no consigo encontrar ningún partido en el que no
tuvimos que sufrir lo indecible, tanto en los ganados como en los perdidos.
La
segunda temporada fue brillante en lo deportivo. Conseguimos entrar en la fase
de ascenso desarrollando un basket vistoso en la mayoría de los partidos, hacer
una media de 75 puntos por partido en aquella época no era nada fácil. Haciendo
memoria tampoco, solamente recuerdo un par de ellos "relajados". Los
peores equipos demostraban orgullo en el campo y nos pusieron las cosas muy
difíciles, no porque acudiéramos con soberbia y prepotencia a jugarlos (que
alguna vez también sucedió por supuesto), si no porque nuestras rivales JUGABAN
A BALONCESTO.
Desde
el más absoluto de los desconocimientos sobre cómo trabajan los equipos y sus
problemas, el basket de primera femenina se ha convertido en una enorme
anarquía individual. El basket colectivo brilla por su ausencia en los equipos
de la categoría que he podido ver. Todos ellos cuentan con un par de jugadoras
que son las que cortan el bacalao en ataque y en muy pocas situaciones ofensivas
los equipos han llegado al tercer pase en sus ataques.
Defensivamente....ejem.....,
las defensas zonales se han hecho dueñas de la categoría. Es un recurso táctico
como otro cualquiera y todo el mundo está en su derecho de hacerla, pero usarla
como "tapa carencias" a mí
personalmente me parece poco digno. Las defensas individuales están llenas de
cambios y ajustes constantes, no con el objetivo de dificultar los ataques
rivales sino como una buena alternativa para justificar el poco esfuerzo que se
realiza en esa faceta del juego.
El
basket ha cambiado mucho desde mis años en esa categoría, pero hay cosas que
por muchos años que pasen no deberían de cambiar. Trabajo, esfuerzo, ambición,
seriedad......, son argumentos que poco a poco se están perdiendo y que lastran
una categoría que debería ser el referente del mejor baloncesto femenino en
Euskadi, Navarra y Rioja. Posiblemente no sea culpa de los clubes, ni de
las jugadoras....., quizás es que el perfil de la competición debería de
cambiar…………..
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