El Primera Femenina de Araski sumó una trabajada
victoria (74-63) el sábado ante Unamuno. Hasta el descanso las bizkainas
controlaron el partido y me sorprendieron, viendo su forma de jugar no acababa
de entender que hacen en la penúltima posición de la tabla. Sin embargo Araski
salió con ganas del vestuario y le dio la vuelta al partido tras el descanso.
La presión todo el campo impuesta por Vegas dio sus frutos y las alavesas noquearon a sus rivales que se
les quedó cara de no entender que había pasado. Curioso que el entrenador
visitante pidiera responsabilidades a los colegiados por sus decisiones, máxime
cuando recibió 47 puntos en los dos últimos cuartos. Cada vez entiendo menos de
este deporte.
Las locales salieron enchufadas y rápidamente
consiguieron las primeras diferencias favorables en el marcador. En ataque se
mostraron certeras y se aplicaron en defensa con mucha intensidad y
concentración. Unamuno estuvo perdido por el campo hasta el ecuador del
periodo, en defensa con muy poca actitud y en ataque con la anarquía por bandera. Pero Araski se relajó y las
visitantes se pusieron en faena, poco a poco se fueron asentando en tareas
defensivas y en ataque comenzaron a llegar hasta el tercer pase. Los dos
últimos minutos fueron un recital bizkaino de buen juego y con siete puntos
consecutivos consiguieron ponerse por delante y llevarse el parcial por 14-15.
El esplendor deportivo de las visitantes llegó en el
segundo cuarto. Vegas se rasgaba las vestiduras en la banda intentando que sus
jugadoras reaccionaran, pero tuvo que esperar hasta casi el final para
reconocer a su equipo. Unamuno aceptó de buen grado el mal posicionamiento
defensivo, el descontrol en el rebote y el horrendo balance defensivo de Araski
para hacerse grandísimo en el campo. Ofensivamente circuló bien el balón, jugó
en carrera muchísimos ataques y de haber conseguido mejores porcentajes de
anotación pudo haber dejado sentenciado el partido. Segundo parcial para ellas
por 13-24 y un +12 más que preocupante para los intereses locales (27-39).
Cuarto malísimo de Araski que se marchó muy tocado camino de los vestuarios.
Sin embargo las alavesas salieron ultra motivadas
del vestuario y plantearon una enorme agresividad defensiva todo el campo.
Además la suerte se alió con ellas en ataque y los balones que en los cuartos
anteriores escupió el aro empezaron a entrar. A Unamuno se le cortó el “buen rollo” y empezó a mostrar sus
carencias deportivas, defensivamente fue
incapaz de contener la avalancha verde y ofensivamente tuvo que esperar hasta
los últimos dos minutos para anotar con fluidez. Gracias a esos dos minutos pudo
mantenerse por delante en el marcador al final del cuarto (52-57), pero el
infinito número de errores no forzados era una señal de que algo no acababa de
funcionar bien en las bilbaínas. 25-18 de parcial para las locales que terminaban
el periodo con la moral por las nubes y con la firme convicción de que podían
ganar el partido.
Con el mismo planteamiento del cuarto anterior, pero
sin el factor suerte en ataque, las locales les siguieron marcando el paso a
sus rivales que se borraron definitivamente del partido. Araski llegó a tirar
con muchísima facilidad en los primeros minutos del periodo, pero los
porcentajes fueron malos y Unamuno se mantuvo al acecho en el marcador, a pesar
de convertir solamente un triple. Pero las verdes no dejaron escapar la
oportunidad de sumar la tercera victoria consecutiva y cerraron el partido con
un escandaloso último parcial de 22-6.
Soberbia la reacción de orgullo y casta local que
les sirvió para remontar un partido que se les había puesto muy cuesta arriba
por su flojera mental y de espíritu.
Unamuno al más puro estilo Jekyll / Hyde. Bipolares total.
Desconcertado con los comentarios del entrenador
visitante hacia los colegiados al concluir el partido. Personalmente creo que
el sábado su equipo tuvo bastantes más problemas que el arbitraje, cuando te
hacen 47 puntos en 20 minutos y solamente haces 17 faltas en un partido que se
supone igualado………., en fin……
A pesar de la emocionante remontada el partido fue
malo, muy malo, extremadamente malo.
Esta categoría necesita un replanteamiento por parte
de la Federación Vasca, el nivel deportivo está por los suelos.
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