El
partido de Euroliga que disputaron los azulgranas se resume de manera
contundente con el parcial del primer cuarto: 4-29. Esta temporada he visto
pocos parciales semejantes en las competiciones autonómicas del País Vasco, la
última curiosamente la semana pasada en Vitoria, algo que se puede considerar
"normal" en las ligas que yo sigo, pero que es inaceptable en un
equipo que aspiraba a ser un referente del basket en Europa.
Bartzokas
aguanta el tirón y además lo hace con mucha dignidad en sus mensajes, siempre
se refiere al colectivo (en el que se incluye) y no personaliza en exceso en
ningún jugador. Un tipo digno y con mucho oficio, no cabe la menor duda. La
dirección deportiva del Barcelona también aguanta, no les queda otra máxime
cuando son responsables (en gran medida) de la configuración de esta plantilla
que no funciona ni para atrás.
Dependiendo
de lo que suceda este fin de semana en la ACB el lunes asistiremos, por enésima
vez, a una posible reconfirmación del técnico y a un mensaje futurista de más
bien poca credibilidad. El Barça está muerto deportivamente y solamente un
milagro le puede salvar de hacer la peor campaña de su historia.
En las
redes sociales, los acérrimos defensores culés, ya se está lanzando el mensaje
de que ganar al CSKA era una misión imposible a día de hoy. Evidentemente no
les falta razón a los que lo dicen (que son unos cuantos) pero suena a negar un
hecho constatable: el Barcelona es un enorme error sin solución.
Lamentable
pero lógico que esto esté sucediendo en la ciudad condal. Han depositado en
manos inexpertas su sección de basket y además les han dejado hacer cosas sin
sentido y con poco fundamento. Suena a lo que hacía el Madrid años atrás con su
sección de basket, ponían al frente a cualquiera y gastaba cantidades ingentes
de dinero en hacer plantillas que no funcionaban. Al menos en el Madrid, cuando
saltaba la "alarma" había
reacción mediante fichajes o ceses, pero en Barcelona son más chulos que nadie
y no se mueven fichas.
Los
pañuelos y los abucheos ya están presentes en el Palau, la gente está hasta las
narices de ver como sus profesionales se arrastran como jubilados por el campo
y, lo peor de todo, sin mostrar ningún tipo de humildad y consternación.
De
todas formas es más vergonzosa la actitud los directivos de la sección
utilizando la "técnica de la
avestruz". En cualquier otro trabajo ya hubieran estado engrosando las
listas del paro. Quizás sus indemnizaciones por despido también son desorbitadas
y por eso continúan.
Poca
dignidad y muy poca vergüenza.
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