Sabía que
esta experiencia iba a ser enriquecedora para mí, pero no pensaba que iba a
disfrutar tanto del juego que pueden llegar a replegar nuestros jugadores. Con
sólo tres entrenamientos, estoy asombrado de la capacidad que tienen estos
chavales de absorber lo poco que les hemos podido enseñar y plasmarlo en la
cancha con una intensidad y calidad tal, que no sólo me (nos) ilusiona, sino
que me lleva a pensar que en el Campeonato de Euskadi no lo vamos a hacer tan
mal.
El domingo
pasado pudimos jugar un amistoso
contra la Selección de Euskadi Cadete. Los de Carmelo están preparándose para el Campeonato de España y creímos
que podría ser un buen sparring para
nuestros chicos. En cuanto vimos el
calentamiento nos asustamos. De los 16 chavales que llevó Euskadi, la mitad
la metían para abajo y no sólo nosotros, sino que la gran mayoría de los que
ocupaban las gradas de Manteo, pensó que nos iban a pasar por encima. Todos
menos los que saltaron a la cancha defendiendo la zamarra guipuzcoana. La intensidad que pusieron desde el primer
segundo fue tal, que noquearon al rival y se marcharon en el marcador dejando
claro quién iba a mandar en el partido. Gran
cantidad de balones robados, juego rápido y alegre y a pesar de perder algún
que otro balón (cosa habitual cuando juegas a ese basket), con las ideas
bastante claras en ataque. Todos aportaron, no sólo en ataque anotando, sino
también en defensa.
Y además, no
se conformaron con ganar. Quisieron seguir jugando de la misma manera y ampliando
el marcador. En el descanso les comenté lo que solía decir Dusco: ¿Si puedo ganar de
cuarenta por qué conformarme con 20? Parece que les gustó la frase, porque casi lo consiguen. Todos los cuartos cayeron
de nuestro lado (27-12/18-13/25-15/17-16)
y eso suele ser difícil cuando ya en el primer cuarto te marchas 15 arriba.
En definitiva que nos dejó el partido con MUY
BUENAS SENSACIONES y con ganas de seguir trabajando con este gran grupo.
Se dice que
toda rosa suele tener una espina y en este caso, la espina es bastante grande.
Esta semana nos hemos enterado que Aitor
Alberdi no va a poder jugar durante un tiempo a éste nuestro deporte. Una
enfermedad lo va a alejar de las canchas, pero estoy seguro de que con la
personalidad que tiene este chico, volverá,
y lo hará más fuerte. No hemos
querido que deje el grupo, porque sentimos que es parte de él y por eso tendrá
si quiere un sitio al lado nuestro en el banquillo (no se vive de la misma
manera que de jugador, pero será una buena experiencia). Su sitio en la cancha
la ocupará Ion Arregi.