domingo, 14 de diciembre de 2014

Diario de una Selección VI (Jokin Etxebarria)

GRACIAS. Esta será la palabra más utilizada en este artículo, y es que no puedo mostrar de ninguna otra manera mi gratitud por haber podido vivir esta experiencia. GRACIAS a la FGB por darme la oportunidad; GRACIAS a Luis por hacerme sentir útil dentro de este grupo: GRACIAS a Aitor, porque sin su colaboración y confianza todo se me hubiese hecho más difícil; y sobre todo GRACIAS a todos los chicos que han participado en los entrenamientos y en especial a los 13 que me han hecho disfrutar como un enano de su calidad, tanto como jugadores, como personas.

Termino estas seis semanas con el saco lleno: de buenos momentos, de risas, de espectáculo, de calidad, de jugadas, de intensidad, de hermanamiento, de saber compartir, de ideas... y también con una única pena: en el momento de la verdad no hemos podido ser nosotros mismos. Por nervios, por tener el día malo, porque el contrario también juega, por lo que sea, pero estuvimos muy atenazados, nos pesaban las piernas, no nos soltamos en ningún momento y todo ello nos llevó a no poder mostrar nuestro juego e ir a remolque de Bizkaia en todo momento. No me importa el haber perdido, sino las sensaciones que nos dejó (creo que a todos) ese partido.

Aún así teníamos la posibilidad de recuperando nuestro juego, ganar contra Araba e incluso, ganar el Campeonato. Y hubo un momento en que creí que era posible. Tras una primera parte en la que en defensa trabajamos bien pero en ataque no encontramos fluidez, en el tercer cuarto vi por primera vez al equipo que habíamos entrenado durante las últimas semanas. Un equipo con chispa, peleando todos los balones, asustando al contrario con su viveza. Los locales se vieron arrollados por un equipo que empezaba a disfrutar del juego de la pelotita. Acabó el tercer cuarto con +7 para los de azul y nuestras miradas en el banquillo transmitieron lo mismo: nos lo llevamos. Pero un 6 a 0 de parcial (con triple a tablero incluido) al comienzo del último cuarto dio alas a los alaveses y nos las cortó a nosotros. Incomprensiblemente nos vinimos abajo. De la chispa pasamos a la cabeza baja, a la tristeza, al querer y no poder, al mismo equipo que jugó el día anterior contra Bizkaia. No supimos, o no pudimos hacer frente a los últimos minutos, y caímos frente a los campeones del torneo.

Y aún y todo, me voy con una sonrisa, la misma sonrisa que espero encontrar en cada uno de los integrantes de esta selección cada vez que nos veamos en las canchas o fuera de ellas. Porque la experiencia se lo merece, porque el grupo que hemos creado se lo merece, porque ellos se lo merecen, porque el baloncesto se lo merece.


ESKERRIK ASKO!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes y debes discrepar con lo que aquí se escribe, pero si faltas al respeto o atacas a alguien con malas intenciones serás censurado. Lo sepas!!!!!