El doble enfrentamiento entre Iraurgi y Tabirako se
presentaba muy atractivo, dos clubes en la zona alta de la tabla y ambos con
aspiraciones a estar presentes en la final a cuatro. Desgraciadamente para los
intereses gipuzkoanos, las bizkainas se impusieron en los dos duelos y
condenaron a las de Iraurgi a la tercera plaza de la clasificación en esta
primera fase. Gerdau no fue capaz de sacar su espíritu, tan sólo en contados
minutos demostró el verdadero potencial que el equipo dirigido por Luis tiene.
Las vi sin la chispa a la que me tienen acostumbrado, las vacaciones navideñas
van a venir bien para recuperarse.
El inicio del partido fue muy temeroso por parte de
ambas escuadras, el respeto se palpaba en el ambiente y todos tenían claro que
no sería un partido fácil de llevárselo. El planteamiento defensivo fue el
típico de dos equipos ambiciosos, con defensas presionantes y buscando la
verticalidad ofensiva. Tabirako venía con las cosas claras y rápidamente
encontró la llave mágica para salir con acierto de la presión. Gerdau se
posicionaba muy bien pero le costaba mucho el balance defensivo, se notaba que
no estaba a tope de espíritu y por ello vio como las bizkainas se llevaban el
parcial del primer cuarto por 10-16.
El segundo cuarto fue malo en general, pero
especialmente flojo de las locales que seguían teniendo muchos problemas con el
balance defensivo. Las ayudas también se sumaron a la lista de complicaciones,
en contadas ocasiones se ejecutaron con la efectividad deseada, estaba claro
que había confusión a la hora de aplicarse en esa disciplina del juego.
Tabirako no supo aprovechar al máximo los deméritos de Gerdau, si bien estuvo firme
en defensa, en ataque no gozó del acierto necesario para romper el partido, su
punto de mira no estaba calibrado. Iraurgi tampoco tuvo empuje en la faceta
ofensiva, se mostraron muy “blandas” en las finalizaciones y sin enseñar ese carácter
ambicioso con el que me suelo deleitar. 8-13 nuevamente para las visitantes y
+11 al descanso.
En la reanudación pudimos disfrutar de una versión
más ajustada a la realidad de las locales, los problemas defensivos se fueron
solucionando y tomó las riendas del juego. Tabirako saltaba relajado a la pista
y veía como todas las “facilidades”
de las que habían disfrutado desaparecían. Pero en ataque Gerdau seguía sin
estar fino, las blanduras a la hora de finalizar y los errores no forzados
condicionaban el buen trabajo atrás, les condenaba a no tener el premio deseado
en el marcador. Las bizkainas despertaron en los últimos dos minutos del tercer
cuarto y lo igualaron, demasiado fácil, se enchufaron y dieron muestras de que
sería complicado (imposible más bien) sorprenderlas. Empate a 12 en el que
sería el mejor cuarto de Iraurgi.
Las bizkainas hicieron sangre en el comienzo del
último cuarto y aumentaron la ventaja hasta los 15 puntos, las locales daban la
sensación de haberse borrado y que el partido se resolvía definitivamente. Los
problemas en las ayudas y en la defensa de la jugadora con balón volvieron a
aparecer y la moral de Iraurgi parecía resquebrajarse. Pero el orgullo de las
locales hizo acto de presencia, los presentes teníamos claro que no ganarían,
pero estaba claro que había que finalizar el partido con sensaciones positivas
y así lo hicieron. Ultimo acto para Tabirako, 12-16, y se llevaba el partido
por 42-57.
Gerdau no tenía cuerpo para remontadas heroicas el
sábado, pero tengo claro que tampoco hay tanta diferencia entre ambos equipos. Este
partido con el empuje y la chispa de Gerdau en plena ebullición hubiera sido
otra cosa.
Tabirako es un equipo más rodado, pero me hubiera
gustado verles jugar con el marcador mucho más apretado.
Así es la categoría cadete……., nunca sabes lo que te
puedes encontrar el día de partido.
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