viernes, 12 de diciembre de 2014

INTRATABLES

Tras la desilusión masculina les tocaba a las chicas rematar la buena actuación del día anterior. Sumando la victoria se proclamarían Campeonas de Euskadi y todo hacía indicar que no pensaban dejar pasar la oportunidad. Araba partía de inicio con una desventaja importante en la pintura y tendría que emplearse a fondo (y durante todo el partido) si quería provocar un apagón en la fuente de energía gipuzkoana, tarea difícil viendo el juego desplegado por mis paisanas ante el combinado bizkaino el día anterior.

Las anfitrionas saltaron al campo muy serias, aplicándose con intensidad en defensa y negociando con acierto sus opciones ofensivas. Gipuzkoa (como buen motor diesel) fue poco a poco, su puesta en escena fue tranquila sin agobiarse y tomándole el pulso al partido. Su defensa no ajustaba con precisión y en ataque su puntería no era para echar cohetes. Esta situación dio mucha vida a las alavesas que hasta el minuto ocho del cuarto mantuvieron la iniciativa y demostraron que la constancia podría darles frutos positivos. Pero el motor gipuzkoano comenzó a rodar con fluidez, en los dos últimos minutos se puso a trabajar y tiró por tierra todo el esfuerzo desplegado por las alavesas. Intensidad defensiva + fluidez ofensiva = 12-19 favorable a las azules, casi sin quitarse las legañas de la cara.

Con el motor a tope de revoluciones Gipuzkoa se hizo dueña absoluta del partido y borró del campo al combinado alavés que, no supo frenar el ímpetu con el que las azules se manifestaron en este segundo acto. Como el día anterior, la defensa fue asfixiante en el 1x1 y en las líneas de pase, lo cual motivó un montón de recuperaciones que acabaron en transiciones rápidas que martillearon el aro alavés. Por si fuera poco además controlaron con rotundidad la pintura y las segundas y terceras opciones las distanciaban más y más en el marcador. Las alavesas vieron como su luz se apagaba y se mostraban impotentes ante la superioridad de sus rivales, el 4-19 deja claro que sólo hubo un equipo en la pista.

Con el partido completamente decidido, las alavesas no han sabido darle la vuelta a su estado anímico en la reanudación del encuentro. Su trabajo defensivo no ha sido eficiente y en ataque tampoco rentabilizaban sus opciones de hacer canasta, muy tocadas anímicamente. Las gipuzkoanas han salido tranquilas, currando al 50% en defensa y dejándose llevar en ataque les ha sido suficiente para llevarse el cuarto por 11-15. Muchísimas rotaciones y minutos para todas, tocaba disfrutar del logro deportivo y que cada jugadora dejase su firma en el campo.

En el último acto no han cambiado mucho las cosas, no había posibilidad de sorpresa el lunes. Las locales se han metido en una zona que les ha dado un poquito más de vida y les ha permitido sentirse más cómodas, se trataba de acabar con la mayor dignidad posible el enfrentamiento. Las azules han pegado un último arreón al inicio del cuarto y después se han dejado llevar manteniendo unos mínimos, suficiente para ampliar aún más la diferencia en el electrónico (9-22). A pesar de lo abultado del parcial hay que reconocer el mérito de las alavesas que estuvieron muy activas en este cuarto, lo normal hubiera sido pasar con una diferencia tan grande.

Gipuzkoa justa campeona, demostrando que el nivel femenino de la provincia es impresionante. En los dos partidos ha demostrado una superioridad insultante y además ha demostrado mucho respeto por sus rivales.


Un motor que funciona muy bien.

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