domingo, 27 de marzo de 2011

HAN VUELTO

Desgraciadamente esos espíritus malignos, que suelen pasarse por Azpeitia, volvieron a visitar al Lan Mobel este viernes. Tras el descanso, el equipo de Txakartegi vio como su ventaja de 12 puntos desaparecía y afrontó un cuarto final dramático. Marcos Casado y Read se pusieron la “sábana” y ejercieron de fantasmas.

El del viernes era un partido clave para Iraurgi y sus aspiraciones de mantener la categoría. Vencer a Santurtzi sería dar un paso de gigante en la consecución de ese objetivo. Los vizcaínos llegaban en una situación terriblemente complicada: física y anímicamente mal, con su nuevo entrenador tratando de arreglar el desaguisado que dejó Carrión, con poco espíritu de equipo…….., en definitiva……muy jodidos!!!!

Los locales comenzaron muy bien. El trabajo defensivo fue realmente bueno y eso le permitió controlar el partido en sus dos primeros cuartos. En ataque veían el aro como si tuviera el tamaño de un cráter y dejaba a la vista de todo el mundo la poca predisposición al trabajo defensivo de los visitantes. La poblada grada de Azpeitia, que acudió en masa a apoyar a su equipo, estaba emocionada con el buen hacer de su equipo, 24-12 de parcial.

Pero Raúl Ruiz consiguió serenar a sus pupilos y reorientar el trabajo defensivo al buen camino. Las rotaciones de Lan Mobel no conseguían mantener la misma fluidez ofensiva, aunque supieron aplicarse en defensa. Txakartegi recurrió a defensas alternativas y eso le permitió mantener la renta conseguida (+12) empatando a 14 el segundo parcial.

Pero tras el descanso llegó el ataque maligno de los entes. Casado y Read se enchufaron de una manera brutal al partido y a ritmo de triple dejaron sin aliento a los de Iraurgi. El trabajo defensivo local no fue bueno y los nervios se apoderaron de toda la plantilla en ataque. El técnico local no consiguió ejercer de exorcista y anular las acometidas del más allá. 16-27 de parcial desfavorable, pero seguían por delante en el marcador (+1)

El último cuarto fue una lotería. Ambos equipos (muy justitos de fuerzas) se volvieron más conservadores y trataron de rentabilizar al máximo cada acción. Cualquiera de los dos se podía haber llevado la victoria, pero los vizcaínos supieron estar más serenos en el tramo final y conseguirla. Los aproximadamente 900 aficionados que abarrotaron el polideportivo se quedaron fríos y vieron con tristeza las manifestaciones de alegría visitante que habían conseguido una victoria importantísima.

Esta vez me fui jodido de Azpeitia por la derrota de mi equipo. Auténtica mala fortuna.

Pero también me fui alegré por el entrenador visitante. Raúl es un buen tío, con el que tuve el placer de compartir 15 días en la Universidad Europea de Madrid. Los dos nos tuvimos que dejar la piel para conseguir el título de Entrenador Superior.

Un MUY buen tío!!!!

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