A pesar de que muchos soñábamos con una final que se
saliera del guión establecido no pudo ser y el Joventut acabó tumbando al Gran
Canaria. Los canarios flaquearon en el peor momento y, a pesar de hacer un gran
partido, en los minutos finales se disiparon como la gaseosa. Javi López, el base
canario, fue el encargado de mantener vivo el sueño hasta que el agotamiento le
dejó KO. Barcelona y Joventut se jugarían
por la tarde el título del Torneo.
Divina
Joventut 93 – 79 Herbalife Gran Canaria
Los de Badalona tuvieron que sufrir mucho y esperar
hasta el final del tercer cuarto para conseguir alejarse de los canarios en el
marcador. El Gran Canaria consiguió meter el miedo en el cuerpo, a los
favoritos para ganar el título, a base de verticalidad ofensiva y de un amplio
abanico de recursos tácticos en defensa. Como ya hicieran con el Barça, los
amarillos plantearon un partido arriesgado y con un nivel de concentración
altísimo, pero desgraciadamente la suerte les dio la espalda.
Ambos equipos se lanzaron a un cara a cara defensivo brutal y con la idea clara de no hacer
prisioneros. En la pintura la lucha fue encarnizada y ninguno de los dos
consiguió imponer sus kilos, el criterio arbitral permitió mucho contacto y las
chispas saltaron en cada rebote. Los exteriores tampoco se quedaron cortos de
intensidad, el trabajo de desgaste en el 1x1 con balón fue constante también
con muchas manos de por medio, el trabajo en las ayudas y en las líneas de pase
tampoco pasó desapercibido para nadie.
En esa tesitura, la igualdad fue prácticamente total
en los dos primeros cuartos puesto que los porcentajes de acierto de los dos
equipos fueron estratosféricos. La concentración se postulaba como un factor
muy a tener en cuenta para llevarse la victoria, el equipo que flojease estaba
claro que saldría derrotado. Los canarios la perdieron en los últimos dos
minutos del segundo cuarto y eso les condenó a irse -11 al vestuario (47-36).
20-16 y 27-20 fueron los parciales que se adjudicaron los chicos de Dani Miret.
Para entonces Javi López ya nos había dejado
alucinados, el base canario estaba cuajando un grandísimo partido en ataque y de
su mano llegó el resurgir amarillo en el partido. Los canarios recuperaron la
concentración en defensa y le “cortó” el rollo al Joventut que dejó de correr y
tuvo que trabajar todos sus ataques del tercer cuarto en estático. En defensa
la misma intensidad que en los cuartos anteriores y sin dar señales, ninguno de
los dos equipos, de querer aflojar. Gran Canaria se llevaba el parcial de la
esperanza (22-25) y dejaba el partido completamente abierto.
Pero la gasolina no dura eternamente y menos cuando
juegas contra un equipo con una profundidad de banquillo tan amplia como la Penya. El Gran Canaria se encomendó a un
agotado Javi López en busca del milagro, el base buscó aliados para seguir
manteniendo vivas las esperanzas de victoria pero no encontró a nadie. En el
momento importante, en el que hay que dar la cara, el juego interior canario
estuvo missing, Balcerowski acabó el partido con tres lanzamientos (dos de ellos de tres) y 5 miserables rebotes,
poco bagaje para un jugador tan importante en este equipo. Joventut volvió a
correr y con ello se acabaron las esperanzas de victoria de los amarillos.
24-18 de parcial para los de Badalona.
Joel Parra
del Joventut con 25 de valoración fue el MVP del partido (21 puntos / 7
rebotes).
Si desmerecer al de Badalona, el verdadero MVP del
partido para Javi López con 23
puntos, 3 rebotes y 6 faltas recibidas. El canario con 10 kilos más de músculo…,
condenado a triunfar en la ACB en
poco tiempo.
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