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Tras un cañero fin de semana con los chiquillos
exigiendo a tope, acabar la tarde del domingo viendo la victoria del Baskonia
sobre el Atletic siempre reconforta. No es que haya sido un partidazo,
más bien al contrario, pero la emoción de un derbi siempre compensa el alma.
Baskonia en su línea, comenzando fatal y con jugadores fantasma por el
campo, que empiezan a aburrir a la parroquia y quizás también al club. Bibao
Basket con las ideas claras de lo que había que hacer en Vitoria para ganar,
sin ninguna presión y con un aval de
victorias increíbles. Al final Baskonia le puso más corazón.
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San Emeterio es uno de los nombres propios del
partido y no sólo por esos 32 de valoración, el capitán baskonista ha recordado
quien era y como se jugaba a esto. Hoy ha sido un líder en el campo, ha mandado
con firmeza y ha tirado de todos. Su batalla con Mumbrú ha sido épica y la ha
ganado, el catalán ha sacado su mejor repertorio dentro de la pintura pero su
físico ya no está para estos trotes, desde fuera mal. Fernando se ha crecido y
se ha entregado generosamente a la batalla, sus compañeros se han dejado guiar
por él y le han dado la vuelta al partido. La grada se lo ha agradecido.
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Otro que ha despuntado ha sido Doron Perkins. Ha sido el
principal responsable de la brecha en el marcador, asumiendo responsabilidades
en un momento crucial del encuentro. Tan sólo 13 minutos en el campo pero muy,
muy productivos para su equipo. Curiosamente ha sido jugando de “2”, sin el
peso de la dirección del equipo, cuando ha visto aro con una enorme facilidad.
En defensa pues no ha estado muy fino pero si contundente, sus cinco faltas han
sido todas para impedir que su par anotase, se ve que no está centrado todavía
en esa faceta pero puede dar un grandísimo nivel. La verdad es que es un placer
verle en una buena tarde, creo que es un grandísimo jugador pero que necesita
insuflarse una carga de moral importante, necesita un poco de continuidad y
sobre todo un poco de paciencia cuando no le salen las cosas.
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Por descontado que el enfrentamiento entre los
hermanos Bertans ha sido el la guinda del pastel. Esos padres entregados
en la grada viendo las evoluciones de sus dos hijos, no tiene precio. Los dos
han tenido aportaciones importantes para sus respectivos equipos, quizás han
sido las de Davis a Baskonia un poco más determinantes, pero ambos han
dejado su sello personal en el juego, dos grandes jugadores. Los padres tienen
que sentirse realmente orgullosos de la profesionalidad y constancia de sus
vástagos. Sus clubes también compartirán éste sentimiento.
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Pero lo mejor ha sido la afición baskonista que se
ha entregado a su equipo y que ha empezado a sentir esas buenas sensaciones que
tanto desean. Hoy muchos jugadores se han esforzado al máximo, con mayor o
menor acierto pero lo han hecho y eso no ha pasado desapercibido para una
poblada (pero no llena como corresponde a un derbi) grada, deseosa de sudor y
sangre. El Buesa ha vuelto a parecerse al que era antaño, todavía le falta
mucho pero hoy ya se ha vibrado y eso es importante. Cuando los jugadores dan
un poco el Buesa siempre responde a tope.
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No nos engañemos, con ésta victoria se consigue
un poco de tranquilidad y un poco de margen para seguir mejorando. Crespi sabe
que tiene muchos frentes que cerrar en breve si quiere dar continuidad a una
dinámica positiva. Al Baskonia le queda mucho camino y curro por delante, pero
las victorias en los derbis (sobre todo si son los Hombres de Negro los que te visitan) siempre te dan un plus de
energía.
Que siga………
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