Tras las dificultades de la temporada
pasada y con la inscripción en Adecco Oro a última hora, el Planasa Navarra
intentará este año resarcir a los aficionados del pabellón Anaitasuna con un equipo que de sentido a su cancha. Jugadores con
hambre y más implicación a las órdenes de Sergio
Lamúa.
Han intentado mezclar veteranía con
mucha juventud. Iñaki Narros vuelve
a su casa para ser el referente en el vestuario que necesitaba este equipo. Con
Ortega y Miki Servera dan un plus a
la posición de base. Al ex de Ucam Murcia quizá le cueste adaptarse al papel de
organizador tras un tiempo jugando de escolta, pero creo que terminará explotar
en esta posición. Para Portalez y Bordignon será un año en el que
aprenderán mucho. El primero cedido por el CAI y después de cuajar muy buenos
partidos con el Araberri tendrá muchísima competencia en su puesto, pero
trabajar para conseguir minutos también es un paso para progresar. El segundo,
otra gran promesa del Baskonia, da un gran salto desde el
junior o EBA hasta la LEB Oro, por lo que será difícil que termine siendo un
referente en este primer año en la categoría.
También habrá que ver qué es capaz de
dar Carl Baptiste en su primera experiencia profesional en Europa. Lo que está
claro es que veteranos como Iván García, Pablo Almazán
o Joaquín Bonhome tendrán que ser los que ayuden a estos jóvenes en su
progresión, pero sobre todo, será en Edu Hernandez-Sonseca en el que
seguramente se fijarán todos ellos para poder llegar a ser un jugador
importante en la segunda categoría del baloncesto estatal.
Curiosa historia la del
veterano jugador madrileño. Tras sus años en ACB, donde llegó a ser un
importante jugador, según fueron pasando
los años,
empezó a perder importancia, supo
dar un paso atrás, jugando a gran nivel en Coruña en LEB Oro. Después se marchó
a Irán a jugar, pero para esta temporada Porfi Fisac lo recuperó para su nueva
aventura en Valladolid y después de sacarse la foto oficial con el equipo vio
como la FIBA no le dejaba tramitar su ficha por un dinero que el club le debía
a Othelo Hunter.
La directiva del Basket Navarra Club anduvo como un lince
y se ha hecho con un jugador, que en cuanto ha llegado, ha actuado y ha
vencido. Con sólo tres entrenamientos con sus nuevos compañeros, se presentó en
el partido contra el CB Prat y fue el mayor artífice de la primera victoria del
Planasa con 25 puntos anotados y 6 rebotes capturados. Creo que con él, y si el vestuario se siente unido, este año los navarros pueden aspirar a más cosas, no
sólo a no pasar apuros.
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