Ayer el Ointxe dio por concluida la temporada 2009-2010 de manera oficial. Un largo día en el que todo el club se movilizó para disfrutar todos juntos y cumplir con una tradición que ya está enraizada dentro de las actividades habituales del Ointxe.
Las actividades comenzaron desde la mañana con el enfrentamiento entre los dos equipos cadetes. A pesar de ser un día “fair play” Iñigo Urtubi me comentó que afloraron algunos pequeños piques sanos entre pequeños y mayores. Que si mira como te la he clavado…..que te la he mangado y no te has enterado….. etc…. etc….. En fin, todo ello con un claro espíritu de compañerismo y buen rollo entre ellos.
A la finalización del encuentro los participantes se desplazaron a la Bittori donde pudieron degustar de un exquisito menú, gentileza del club, y que sirvió para tener un detalle de agradecimiento por el enorme esfuerzo que han hecho, tanto técnicos como jugadores, por el club a lo largo de la temporada.
Por la tarde les tocó el turno a los dos equipos júnior que se batieron el cobre con dos históricos del club en sus banquillos: Balza y “Mani”. Ambos equipos han desarrollado una gran temporada. La del júnior A por todos conocida con Balza a la cabeza. Pero el segundo equipo ha concluido la temporada de una manera espectacular venciendo sus últimos 5 compromisos ligueros. Creo que la labor de Iñaki ha sido dura y poco reconocida pero los frutos recogidos, creo que han sido gratamente reconfortantes para él.
Por último los dos sénior del club se enfrentaron entre sí buscando la “hegemonía”. La verdad es que los nacionales salieron pachangueros al campo mientras que los provinciales buscaron romper el partido controlando el timing de juego prácticamente en su totalidad. Pero al final, el que suscribe sumó una victoria (como bien apuntaba Paul, se me había olvidado lo que era) con la que cerrar un ciclo de sombras y luces muy complicado.
Por la noche Bittori. Cena y unos cuantos reconocimientos para los que nos bajamos del barco. Un bonito detalle del que estoy muy agradecido. La actividad se alargó hasta el amanecer. Uno no sale mucho, pero cuando toca la verdad es que se le olvida volver.
Todo ello en una grata compañía entregada a la tertulia nocturna. Esa que consigue arreglar casi todo en el mundo. Otra buena tradición vasca que yo tenía bastante olvidada.
Destacar nuevamente la cobardía de Balza que huyó despavorido al segundo Isostar. Los años no pasan en vano y nos estamos haciendo mayores.
La vida sigue………..
PDT: "Txisko" eres el puto amo
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