Está claro que Gipuzkoa Basket ha contratado al
entrenador que estaban buscando, un tipo que sabe sufrir en banquillos
calientes y que lo da todo. Un entrenador con madera de sufridor, que todo lo
que ha conseguido ha sido con mucho esfuerzo. Una persona que sabe aguantar en
el campo con plantillas cortas, un optimista de los que va 20 abajo y cuando
falta un segundo sigue pensando en ganar. Un currela.
Ponsarnau se ha tomado su tiempo para crecer
y para configurar su visión del baloncesto. Despuntó en las categorías
femeninas y en el 2003 Manresa se cruzó por su camino y durante casi una década
ha sido más que un empleado ejemplar. Ha sido una persona respetada y que ha
tirado del carro deportivo del club en momentos donde nadie se hubiera mojado.
Los aficionados han sabido valorar ese esfuerzo y le
han respaldado durante toda su trayectoria en Manresa. Sirva de ejemplo que
cuando el equipo pierde la categoría fue ovacionado al principio y al final de
su último partido. No siempre es culpa del entrenador cuando los desengaños deportivos
suceden, a veces el entrenador es el que más se parte la cara por conseguir su
objetivo. El catalán es un ejemplo de ello y un espejo en el que deberían mirarse
muchos entrenadores de élite.
Pues el tío ha desembarcado en Donosti y ha dicho que
va a por la victoria en los 32 partidos, nada de vamos a buscar la
salvación…..no,…., vamos a intentar ganar todo. En cualquier otra persona se
hubiera valorado esta postura como chulesca, pero Jaume es un tío sincero y que
le va la marcha. A pesar de que la plantilla está sin configurar, Ponsarnau ya
avisa a los que vayan a venir (y a los que se van a quedar) que a GBC se viene
a currar y no a llevarse los euros calentitos.
Qué más puede desear un club como el donostiarra,
tan apretado económicamente, que el líder de la nave se parta la cara por el
proyecto.
Entiendo que su llegada puede ser un aliciente para
Doblás, un perfil de entrenador que a él le gusta, para seguir una temporada
más en las filas del GBC, algo que se me antoja vital para los intereses del
club. Los jóvenes valores van a tener que asumir más responsabilidad dentro del
proyecto porque el míster les va a apretar para que jueguen….., para algunos ha
llegado el momento de dar un paso de calidad y justificar su presencia en la
plantilla.
Gipuzkoa Basket es una institución interesante y su
enorme trabajo por sobrevivir en la élite no está cayendo en saco roto. Creo
que es la persona idónea para este proyecto sufridor de nuestra provincia. En
Donosti se puede saborear una ACB muy distinta a la de nuestros vecinos
alaveses, menos espectacular, con menos triunfos y por supuesto menos títulos. Una
ACB donde el déficit de calidad tiene que ser suplido por el sacrificio y tener
la creencia firme de que hay un hueco para nosotros en la mejor liga europea.
Yo intentaré volver a verles la próxima temporada. Quiero
romper ese maleficio que tengo y quiero vivir una victoria. Aprovecharé para
comer con buena gente y grandes amigos, para pasar una mañana agradable y divertida
viendo baloncesto humilde y poco pretencioso.
Un auténtico planazo!!!!!
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