Temporada aciaga la que han sufrido los seguidores
bizkainos del basket de élite, llena de fiascos deportivos y poca seriedad en
su dirección administrativa. Patético y lamentable que un club, que pertenece a
la ACB, de esa imagen penosa teniendo a su plantilla sin cobrar y en huelga. Se
han dilapidado toda la pasta que le había adelantado la Dipu en tapar algunos agujeros viejos, olvidándose por
completo de los nuevos que se abrían. Un auténtico ejercicio de la sin razón, un
ejemplo claro de cómo las gastaba el amigo Arrinda (y compañía)
Y para más cojones el tipo se borra del mapa
dejándoles el muerto a otros, que esperemos (parece que sí) tengan más luces en
esto de dirigir equipos profesionales de élite. De primeras ya se han comido un
marrón de narices y confieso que tengo verdadera curiosidad por saber cómo van
a poner en escena su nuevo proyecto. No lo van a tener nada fácil, aunque
también hay que reconocer que para que vaya mejor que el que ha acabado no hace
falta mucho.
Porque esta temporada ha sido pobre y mala.
Deportivamente ha estado totalmente influenciada por los problemas económicos y
las inoportunas lesiones de jugadores claves. El incombustible Mumbru ha sido
el alma ofensiva de este equipo. Ha ejercido de jefe de verdad y (acertada o
equivocadamente) ha liderado a sus compañeros en el campo. Sigue derrochando
garra y por eso aguante en la élite. Su físico agoniza pero se resiste a dejar
de estar en la lista de los mejores anotadores de la liga. Mientras su cuerpo
aguante seguiremos oyendo su nombre por los campos de la ACB.
El míster no lo ha hecho mal, otro que le ha tocado
comerse un marrón de cojones y, a pesar de ello, creo que ha salido bastante
airoso. Los pesos pesados le han apoyado y se han dejado guiar más de lo que
hubiera esperado. Los comienzos fueron realmente duros y se le ha tenido que
hacer muy cuesta arriba su estreno en la ACB como “jefe”. Quién algo quiere algo le cuesta, está claro, pero a veces
resulta duro el camino en un equipo profesional. Su futuro más próximo debería
ser la Adecco Oro, pero tal como están las economías de esos clubes, tampoco
descarto que pueda pasara a ser ayudante en algún equipo importante. No es un
mal empleo en estos momentos.
Los herederos de esta sin razón ya se han puesto
manos a la obra con la intención de salvar a este enfermo moribundo y sus 6
millones de euros de agujero. No hay muchos secretos para esta ardua
labor, reducir gastos y aumentar los ingresos. Mumbru, López y Hervelle están
por la labor de quedarse bajando considerablemente su caché actual. O mucho me
equivoco o la próxima temporada irán a una plantilla de 7/8 jugadores de un
nivel aceptable y 3 “baratos”, posiblemente promesas de otros clubes que
vendrán a foguearse a Bilbao.
Parece que los aficionados bilbaínos van a tener que
currar mucho animando a su equipo, porque me imagino que tendrán claro que
estar cerca de la élite del basket español va a ser bastante difícil en los
próximos cinco años. Salvo que llegue una inyección importante en forma de
patrocinio, mucho me temo que los hombres de negro serán carne de la mitad de
la tabla para abajo.
Esta temporada ya les ha tocado vivirlo y han
respondido, así que seguro que no les va a costar nada y seguir convirtiendo
Miribilla en una plaza difícil para los visitantes.
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