Hablar ahora de sus GRANDES virtudes empresariales sería una enorme pérdida de tiempo y no aportaría nada nuevo. Pero he de reconocer que, aunque no sea santo de mi devoción, cada día consigue sorprenderme. Su último logro: la remodelación del Buesa Arena. El pabellón vitoriano va a pasar a ser un macro centro deportivo con capacidad para 15.000 personas.
Ni que decir tiene que, con esta nueva mega reforma, Vitoria va a disponer de una instalación absolutamente modernista y preparada para albergar cualquier tipo de evento deportivo y cultural. En el ámbito del basket (que es lo que me importa) el paso de calidad que va a dar el club vitoriano es “IM-PRESIOANTE” (que diría el torero) El nuevo Buesa Arena va a poder acoger cualquier tipo de competición, nacional e internacional, y a tan sólo 30 kilómetros (25 minutos de coche) de mi lugar de residencia.
Todo ello con la implicación TOTAL de Ayuntamiento y Diputación, demostrando que el basket en Gasteiz no es una actividad, si no una religión.
Pero además, el colega ha conseguido que la infrautilizada plaza de toros sea su residencia temporal mientras duren las largas obras de remodelación. O sea que durante los aproximadamente 15 meses de “ñapa”, los seguidores baskonistas, lejos de salir perjudicados, van a poder presenciar los partidos del Caja Laboral en el mismísimo centro de Vitoria y además, con la posibilidad de IR ANDANDO Y NO UTILIZAR MEDIOS DE TRANSPORTE.
Un crack
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